Dos años triunfales, pero menos

Hace unos días, los tres jefes de fila de los partidos que componen el gobierno tripartito de Las Palmas de Gran Canaria (PSOE, Las Palmas Puede y Nueva Canarias), dieron una rueda de prensa conjunta en la que expusieron a los medios los logros y éxitos que habían obtenido en los dos años de gobierno.

Después de leer detenidamente las declaraciones de los tres concejales en diversos medios de comunicación, he llegado a la conclusión de que una buena parte de sus “éxitos” son puro humo, pero eso sí, son unos vendedores extraordinarios.

Empecemos por el Alcalde Augusto Hidalgo, que se echó flores con el incremento de las partidas destinadas a gasto social – un 13% en estos dos años – recordando que el Consistorio ha sido considerado el tercero con la mejor inversión social según la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales. Y es verdad lo que dice, pero no toda la verdad. La asociación citada hizo esa mención en base al presupuesto inicial del año 2016, pero Cohesión Social dejó sin gastar casi cuatro millones de euros de su presupuesto, y concretamente casi 600.000 euros en ayudas de emergencia. En 2016 atendieron únicamente 5.043 solicitudes y en 2015 a 5.558 solicitantes. ¿Será que en nuestra ciudad no hay familias con verdaderas necesidades económicas? Si la citada Asociación revisara la liquidación del gasto presupuestado, seguro que el Consistorio quedaba descalificado, pasando del tercer puesto a uno más bajo.

Otro apartado en el que el Alcalde – y concejal de Hacienda – se echó incienso fue cuando dijo que habían conseguido captar para nuestra ciudad 125 millones de euros de otras administraciones e instituciones: 15 para el proyecto EDUSI (para el Cono Sur de la ciudad), 8 para LPA Inteligencia Azul y 102 para la MetroGuagua. Y de nuevo es verdad lo que dijo, pero no toda la verdad. En los 102 millones de euros para la MetroGuagua ha contado los 50 millones de crédito del Banco Europeo de Inversiones, que hay que devolver. Es como si el Ayuntamiento pidiera un crédito a un banco español y considerara el mismo como “dinero captado para nuestra ciudad”. Algunos se hacen trampa jugando al solitario.

El primer Teniente de Alcalde y concejal de Urbanismo, Javier Doreste, después de informar de las decenas de proyectos técnicos que su departamento había confeccionado en estos dos años, y de los millones de euros que se estaba gastando en obras (por cierto que no dijo nada del presupuesto de inversiones del 2016, del que solo ejecutó el 58%), también se dedicó a ensalzar la gestión de su compañero de Cohesión Social, diciendo que “habían recibido ayuda 1.275 familias más que en el periodo anterior”. Que también es verdad, pero no toda la verdad.

Este tema ya se había tratado en el pleno de finales de abril, cuando se vio la liquidación del presupuesto de 2016. Las 1.275 familias que han recibido ayuda no la han recibido del Ayuntamiento, sino del Gobierno de Canarias. Lo que han hecho los técnicos municipales de Servicios Sociales es hacer los informes preceptivos para que el Gobierno de Canarias les diera a esas familias la Prestación Canaria de Inserción - la llamada PCI -, que significa una ayuda de algunos cientos de euros (dependiendo de la situación familiar, hijos, menores, etc.) durante 6 meses prorrogables hasta 2 años. Pero el Ayuntamiento no ha puesto ni un euro, aunque algunos quieran apuntarse el tanto. En la rueda de prensa, el alcalde justificó el que se haya dejado de gastar casi cuatro millones de euros del presupuesto social municipal con el hecho de que se “ha recurrido a financiación externa para las actuaciones sociales”, reconociendo que “presupuestariamente puede quedar feo”. Podemos aceptar pulpo como animal doméstico, pero el presupuesto social municipal está para algo, a menos que alguien afirme que en Las Palmas de Gran Canaria no hay necesidades entre sus habitantes, y por eso se quedan sin gastar casi cuatro millones de euros.

El segundo Teniente de Alcalde y concejal de Empleo, Turismo, etc., Pedro Quevedo, también tuvo su momento de gloria en la rueda de prensa. Según Quevedo, gracias al plan de marketing turístico, la capital grancanaria es “la ciudad de moda en Europa”, y dio unas cifras del crecimiento de las pernoctaciones – un 22% más – y de viajeros – un 20% más – respecto al año 2015. No voy a contradecir al concejal, pero creo que el incremento turístico en nuestra ciudad va parejo con el de Gran Canaria, Canarias y España. Y eso de que Las Palmas de Gran Canaria es la ciudad de moda en Europa, como eslogan publicitario está muy bien…

El concejal Quevedo, como responsable de empleo, procuró unas cifras muy exactas del paro en nuestra ciudad, que en los dos últimos años se ha reducido – según él – en un 9%, bajando de 48.776 a 44.236 el número de personas inscritas en el INEM, diciendo que, sin tirar voladores, era una tendencia a destacar la reducción del desempleo. En esos dos años (junio 2015 – mayo 2017) el paro registrado en el INEM en Canarias ha pasado de 248.223 a 222.749 inscritos, o sea que ha bajado en 25.474 personas, lo que equivale a un 10,2 %. Haciendo la comparativa, en nuestra ciudad el paro registrado ha bajado menos que el de toda Canarias. Efectivamente, no es para tirar voladores ni para sacar pecho. Y menos para decirlo en una rueda de prensa de éxitos.

Esta es la realidad de las cosas. Una es la forma en que se cuentan, con afán de apuntarse los tantos, y otra – bastante distinta – es la realidad. Se apuntan éxitos que no existen, pero se cuentan tan bien que dan el pego. El paro ha bajado menos en Las Palmas de Gran Canaria que en toda Canarias, las ayudas las ha dado el Gobierno de Canarias y no el Ayuntamiento, y parte de los fondos que vienen son de un préstamo que hay que devolver.

La verdad es que hay que reconocerles el verdadero éxito: son unos expertos vendiendo burras.