Espacio de opinión de Canarias Ahora
Calcetines blancos
- ¿Qué tienes tú que no tengan las demás personas? ¿En qué te diferencias? ¿Por qué tengo que escogerte a ti y no cualquiera de esa inmensa cola que te precede?
-Ummm, no sé, es que…. - ¿Ves? ¿Cuál es tu actitud? ¡La del titubeo, la de la falta de determinación, la de demostrar y hacer lo que dices que sabes hacer! - Ya, ya, pero… - ¡Ni pero ni leches! ¡Responde! ¿Por qué tú?
- …
- ¡No te oigo! ¿Por qué tú?
- A ver…
- ¡A ver dijo un ciego y no vio!
- Un poco de respeto, por favor. Intente no avasallar. Le responderé con gusto, pero siempre desde el respeto.
- Bien, bien. Me tranquilizaré. Pero es que no tengo todo el tiempo del mundo y por esa puerta entra cada espécimen que lo he de poner a prueba en todo momento.
- Pues si permite que me explique, allá voy: soy una persona que es capaz de generar valor; que multiplico las oportunidades; que planteo las vicisitudes como retos y no como obstáculos; que me levanto cada mañana con ansias de aprender y de compartir; que sé trabajar en equipo; que genero confianza; que devuelvo mi coste en rendimiento…
- Precioso. Me va a hacer usted llorar.
- ¿Está ironizando?
- ¡Pues claro! ¿Cree que esperaba que me dijera la verdad? ¿Cree que cada cual que entra no piensa de esa manera y que, cuando realmente le damos los galones de mando, resulta ser una piltrafa que intenta escaquearse a la primera de cualquier esfuerzo, por mínimo que pudiera parecer?
- ¡Pero es que yo soy así!
- Ya. Y no tiene defecto alguno. El molde de la perfección se rompió después de verle.
- Supongo que está demostrando su hartazgo con todas las personas que pasan por aquí, pero he de decirle que no solo tengo la técnica, sino la habilidad y oportunidad para ponerla en marcha.
- O me deja de hacer perder el tiempo o sale volando. Céntrese. Necesito que me diga cuál es su propósito.
- ¿Mi propósito? Impactar. No ser invisible. Dejar constancia. No solo hacerlo, sino por qué hacerlo. Deme un motivo, y yo le encontraré la explicación. Ante un problema que me plantee, yo le encontraré la oportunidad para satisfacer necesidades y ofrecer beneficios. Como le dije, propongo valor sin llegar a experimentar la esclavitud del éxito. En definitiva, genero identidad.
- Mira. Me parece precioso ese discurso, pero a esta discoteca solo entran las personas que yo quiero, que para eso trabajo en la portería. Así que, para empezar, deja de ponerte calcetines blancos con mocasines negros. Y cámbiate de camisa, que parece que escogiste la de contar los chistes. Así que, hazte a un lado, y deja pasar al siguiente…
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