Muere lo viejo, nace lo nuevo

Cuando una cosa vieja muere, hay dolor; cuando una cosa nueva nace, hay dolor. La muerte del bipartidismo y el nacimiento del pluripartidismo están causando un profundo dolor en España, que quiere volver a hacer España y dejar de ser Hezpaña. Si les digo que estoy asombrado, atónito, estupefacto, les mentiría. Ni siquiera estoy confundido, confuso, al observar la situación política actual. Vengo advirtiendo desde hace años la caída del Partido Socialista Obrero Español, y está se está produciendo en una agonía realmente lastimosa, lenta pero inexorable. No voy a volver a incidir en enormes errores históricos del Partido Socialista, que cada vez tiene menos de socialista y nada digamos de obrero, desde la colaboración con la dictadura de Primero de Rivera, hasta la entrega de Madrid al General Franco por Julián Besteiro, Wenceslao Carrillo, y otros traidores a Juan Negrín, que posteriormente estuvo expulsado del partido más de sesenta años, desde 1946 hasta 2008. Ayer como quién dice.

En la época moderna no hace falta que les recuerde la política socioliberal de Felipe González, con ribetes de socialfascismo, con crímenes de Estado, robos de dinero público, y más recientemente los graves errores de Rodríguez Zapatero con el cambio del artículo 135 de la Constitución incluido. Con todo esto, ahora llegan las presiones para que el PSOE se derechice todavía más de González y Rubalcaba, que no es casualidad que formen parte del Consejo Editorial de PRISA, editora del diario “El País”, que ha realizado una política nauseabunda contra Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Dejando atrás todo ese cúmulo de gravísimos errores del Partido Socialista Obrero Español, estamos ante la etapa del nacimiento de lo nuevo, el pluripartidismo, porque es evidente que el bipartidismo pasó a la historia.

Ahora de la mano de Ciudadanos, y lo que es peor, del PSOE, Mariano Rajoy vuelve a la presidencia cuando el Partido Popular es el campeón de Europa de la corrupción, de la delincuencia política, y en triste que el PSOE haya contribuido a confirmarlo de nuevo en La Moncloa. El partido que de nuevo ocupará el gobierno es el mismo de los papeles de Bárcenas, el de la trama mafiosa de Gürtel y Púnica, el de la Taula de Valencia, el de los robos de Jaume Matas en Baleares, el de los recortes y salvajes ajustes en sanidad, educación, dependencia, el de la reforma laboral, las revalidas de los estudiantes, el que su presidente le escribía a Bárcenas “Luis, sé fuerte”. Será en definitiva Rajoy el presidentes de los “muy españoles, y mucho españoles”.

Cuando el bipartidismo empieza a caminar en España, parece claro que el líder de la oposición es Pablo Iglesias, porque Antonio Hernando, portavoz del PSOE, está invalidado por ser un saltimbanqui entre el “No es no”, y la “Abstención”, y tiro porque me toca. Con Pedro Sánchez que se apresta a dar la batalla para volver a intentar ganar las futuras primarias para la secretaría general, y controlar el próximo Congreso del PSOE, la Gestora que preside Eduardo Fernández está en una situación de debilidad espantosa. Diría de ridículo. No le quedaban a las huestes sociatas otro remedio que o Rayoy ahora, o Rajoy en Diciembre. Optaron por el mal menor, porque los pronósticos para otras elecciones son muy negros y confirmarán el sorpasso de Podemos. Lo que ya está confirmado es la muerte de lo viejo y el nacimiento de lo nuevo. Todavía con dolor, pero el alumbramiento será un feliz resplandor a una España más democrática, popular, justa, y moralmente equitativa. La muerte política del bipartidismo es un logro histórico que saludamos con alegría y esperanza.