No terminará este mes, es decir, no se habrán apagado todavía los ecos de la solemne boda de los Aznar, cuando se celebre en Gran Canaria una boda que será muy comentada en los respectivos ambientes. Ninguno de los contrayentes es hijo de reyes, ni de primeros ministros. De la novia nada sabemos, y del novio sólo que su padre es un veterano empresario del sector de la pesca, afincado en Gran Canaria desde hace mucho tiempo y con una amplia trayectoria de mucho trabajo a sus espaldas. Acaba de retirarse, por cierto. La boda se celebrará en el Palm Beach de Maspalomas y por cuestiones de discreción, que contrastan necesariamente con el bombo y platillo de los Aznar, nos reservamos el resto de la información. Pero no nos podemos resistir a comentarles que el padre del novio es el conocido empresario que ha adquirido el ático más codiciado de la ciudad: el que coronará el famoso edificio Woermann.