Lo sentimos mucho por los que sientan herida su sensibilidad, pero los tres sumarios abiertos en el juzgado de la magistrada Zabala para investigar a esas tres emisoras de radio dan un tufo a montaje que tira para atrás. Ya resultó llamativo que el denunciante, un joven de 24 años que ya ha confesado en el TSJC no tener ni puñetera idea de lo que es un delito contra la propiedad intelectual, recorriera 47,3 kilómetros desde Telde hasta Guía para interponer una denuncia el 7 de junio de 2010. Allí le esperan tres agentes distintos, porque al denunciante se le extienden tres denuncias, una por cada emisora denunciada, cada una atendida por un instructor distinto que se limita a copiar y pegar lo hecho por el primero de los actuantes. Porque es en Guía donde se encuentra la famosa Patrulla Fiscal Territorial (Pafite), en teoría conocedora de los delitos contra la propiedad intelectual, hacia donde conducen al denunciante de manera absolutamente pintoresca: “Me lo dijo un guardia local”, ha declarado, añadiendo que a ese guardia no le dijo lo que quería denunciar. Miembros de esa Pafite contactan por esas mismas fechas de junio de 2010 con uno de los peritos que debían actuar un mes después, Manuel Araque, y se lo presentan un mes antes de las entradas y registros a la magistrada Zabala explicándole que será “el que va a actuar en lo de las emisoras de Telde”, según ha declarado el perito ante el magistrado Fernando de Lorenzo en el TSJC. Vayan dibujando la hoja de ruta y llegarán a las mismas conclusiones.