Hemos repasado la agenda de actos y no hubo contraprogramación. Por lo tanto estamos en condiciones de afirmar que el alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, líder de la corriente contraria a la reiteración paulinista en Canarias pinchó estrepitosamente en su anunciada y requeteconvocada conferencia de este jueves en el Club La Provincia (antes Club Prensa Canaria). Es verdad que se llenó el salón de actos, pero si empezamos a descartar a los partidarios, un montón, y a los no partidarios pero compañeros de partido (qué sutil fue Churchill con aquello), nos quedamos con un puñado de curiosos, media docena de dirigentes de segundo nivel de Nueva Canarias, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria (mira que es provocón), Ana Oramas y Pilar Parejo. Ni un solo empresario de postín, de esos capaces de inclinar la balanza a un lado o al otro, de hacer un pronunciamiento personal o colectivo, de levantar el pulgar o volverlo hacia abajo. Y eso que ?nos consta- la flor y nata del PIB grancanario recibió la llamada de la diputada Ana Oramas o del mismísimo Clavijo. Ni uno, oye. Y no hubo contraprogramación, insistimos. Pero estuvo bien la charla, al decir de los presentes, porque se tocaron todos los palos y nadie salió herido. Un amplio sector de las plazas las ocupaba la gente venida expresamente de Tenerife para escuchar al alcalde de La Laguna, un gesto interpretable en clave de respaldo inquebrantable (caso de Oramas, Parejo, Rosa Dávila ?directora general de Transportes-, Carlos Alonso ?presidente del Cabildo-) o de “tú a mí no me coges en un renuncio”, catalogación bajo la que podemos incluir a los consejeros Berriel, Mendoza y González Ortiz; al alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez; al secretario general de CC, José Miguel Barragán, o al mismísimo Paulino Rivero, compartiendo apoyabrazos con Juan José Cardona y dejando que entre éste y su homólogo capitalino corriera el aire suficiente para evitar altercados. Venir de Tenerife para escuchar a alguien que tienes a mano todos los días lo hubiera catalogado el histórico alcalde de Artenara Severiano Luján como “de género tonto”, salvando las naturales distancias y evitando comparaciones odiosas, porque el desaparecido regidor empleaba esa expresión a continuación de “ser franquista con Franco muerto”, como con mucha gracia recuerda a menudo precisamente el director del Club La Provincia, Ángel Tristán Pimienta. También se mostraban muy interesados en lo que decía Clavijo su socio y primer teniente de alcalde de La Laguna, el socialista Javier Abreu, además de otros concejales del grupo de gobierno, el jefe de gabinete de la alcaldía y la jefa de prensa, que suponemos no se habrán costeado el viaje, las dietas y el hotel de sus respectivos sueldos.