Hablando de Bañolas y de sus inquietudes partidistas. Hemos logrado confirmar que la reunión que este mismo jueves les contábamos aquí de los rebeldes de CC se celebró en los términos descritos. Fue un derbi regional que tuvo lugar en La Laguna a convocatoria de su alcalde, Fernando Clavijo, líder indiscutible de la corriente contraria a que Paulino Rivero repita como candidato a presidente del Gobierno. Desde mediados de noviembre se estaba fraguando, lo que desmentiría cualquier versión acerca de su informalidad. Además de Bañolas y Clavijo, asistieron Mari Mar Julios y la directora general de Transportes, Rosa Dávila. Y de otras islas acudieron los secretarios generales de CC de Lanzarote, David de la Hoz, y de Fuerteventura, José Juan Herrera Velázquez, además de la expresidenta del Cabildo de La Palma, Guadalupe González Taño, leal a Antonio Castro, destacado antipaulinista ma non troppo, que con sus estrategias de ruptura con el PSOE la condujo a la oposición de cabeza. Por más que hemos intentado tirar de la lengua a los congregados, ni uno ha querido confirmar que se tratara de un contubernio; sostienen que allí se vieron para charlar de la situación política canaria en general, sin detalles concretos destacables para la canallesca. No opinaban lo mismo otros dirigentes ausentes consultados, que insistían en que el encuentro se mantuvo tan en secreto que ni siquiera Bañolas lo comentó la víspera con su comité permanente de Gran Canaria, con el que estuvo reunido. Por lo tanto, y con voz de disgusto, consideran que fue una reunión clandestina “para conspirar”. Fuera de CC, donde hemos encontrado más jolgorio es en Nueva Canarias, cuyo presidente, Román Rodríguez, calificaba la presencia de Bañolas en ese encuentro con los antipaulinistas como la confirmación de que es el líder nacionalista de Gran Canaria el que tiene debilidad por los pactos con el PP, y no él, que es el que estos días ha recibido tal acusación por parte de aquel.