El sector audiovisual denuncia que el Gobierno canario dejó de invertir 1,3 millones previstos para la industria cinematográfica local

El sector audiovisual de Canarias ha denunciado este miércoles que el Gobierno regional ha desaprovechado 1,3 millones de los dos previstos para la industria cinematográfica de las Islas. Un importe que, según explican, no se ha invertido, tal y como consta en las cuentas de gastos de la comunidad autónoma.

Según detallan en un comunicado el Clúster Audiovisual de Canarias, la Asociación de Cineastas de Canarias y la Asociación de Empresas y Profesionales del Sector de  Animación, Videojuegos y Efectos Visuales, las consecuencias para el sector y para el desarrollo económico y cultural de la región “han sido nefastas”.

Señalan que, de acuerdo con los cálculos del propio Gobierno, “se han perdido inversiones en Canarias por al menos otros 4,3 millones de euros”. Las tres asociaciones también aseguran que se han cancelado rodajes ya planificados, se ha frustrado la contratación de cientos de técnicos canarios y se han anulado contratos de coproducción y distribución internacionales.

A juicio de estas asociaciones, las razones de este fracaso pueden resumirse en “la falta de una política audiovisual regional que esté liderada por responsables con decidida voluntad y conocimiento suficiente del funcionamiento del sector”. Señalan que solo así puede explicarse que el Gobierno aprobara unas reglas técnicas “inspiradas en sectores tradicionales que nada tienen que ver con el audiovisual e incompatibles con las ayudas del Ministerio de Cultura”. 

Tampoco se explican que el Ejecutivo concediera a las productoras beneficiarias menos de 40 días para terminar de financiar sus películas, preproducirlas, contratar a todo el personal, filmarlas, editarlas y estrenarlas, si querían recibir las ayudas concedidas, un proceso que, en su conjunto, lleva fácilmente más de un año.

A ello, aseguran que hay que añadir “una preocupante falta de transparencia y de interlocución”, lo que ha llevado a no publicar las Actas de la Comisión de Valoración o la composición de la Comisión de Seguimiento, pese a las demandas del sector, así como a rechazar todas las solicitudes de prórroga en la ejecución o, en último extremo, de nueva convocatoria de las partidas no ejecutadas.

El sector también señala que, pese a que los presupuestos recogen una partida de apoyo a la producción regional de 375.000 euros y a que la plantilla del departamento de audiovisuales del Gobierno de Canarias ha crecido un 300%, no existe fecha prevista para la próxima convocatoria, ni confirmación oficial de que se producirá. Tampoco se ha realizado ningún avance en la actualización de las bases reguladoras, a pesar de que todas las asociaciones del sector presentaron una propuesta técnica consensuada el pasado mes de marzo.

“En los últimos años, las empresas nacionales e internacionales que eligen Canarias como plató de rodaje atraídas por ayudas públicas en forma de extraordinarios incentivos fiscales han copado los titulares de la prensa regional y centrado la comunicación institucional del Gobierno de Canarias en materia audiovisual. Sin embargo, el apoyo a las empresas audiovisuales canarias se sitúa en el extremo opuesto”, señala.

Según detallan, Canarias es la tercera comunidad autónoma de España que menos inversión destina al impulso de las producciones cinematográficas. Las Islas acumulan un total de apenas 706.000 euros de inversión frente, por ejemplo, a los casi 20 millones de Galicia o de la Comunidad Valenciana, o a los más de 8 millones de euros con que, a través de desgravaciones fiscales, se apoya cada año a las productoras nacionales que deciden rodar en nuestro archipiélago.

Unos incentivos de acceso “imposibles” para las productoras y creadores de Canarias, precisamente por la total ausencia de una política audiovisual coherente en nuestra comunidad, dando lugar a un agravio comparativo que lastra el desarrollo de nuestro sector en un contexto de oportunidad sin parangón en toda Europa.

Las asociaciones reprochan que, coincidiendo con el período de mayor afluencia de rodajes peninsulares y extranjeros a las islas, la producción cinematográfica canaria vive aún así una de las situaciones “más críticas de su historia reciente”, comprometiendo el futuro de un sector estratégico para el desarrollo de la economía.