'Sus formas, nuestro dolor', una exposición feminista que huye del estereotipo
Sus formas, nuestro dolor llega al Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer. Se trata de una exposición que presenta la obra de cuatro mujeres artistas de distinta procedencia y trayectoria y en la que se entrecruzan al menos tres ejes de significación: la revisión crítica de la historia reciente del arte, una cierta estética del dolor y un discurso feminista diverso que huye del estereotipo.
Las “formas” del título hacen referencia a la estética de la modernidad y la reacción que provoca en la obra de estas artistas. Se trata de una relación ambivalente, pues se asimila la estética moderna al tiempo que se transgrede. Este es el caso de Bonvicini y Fleury en su debate plástico con el minimalismo. El que podemos considerar el último movimiento moderno ha sido caracterizado por Anna C. Chave, en su ya clásico artículo “Minimalismo y la retórica del poder”, como un movimiento de rasgos netamente masculinos.
La muestra será inaugurada este jueves 5 marzo a las 19.30 horas en la Sala de Arte Social Clara Muñoz, pero se podrá visitar hasta el 5 de junio. Cuenta con el apoyo de la Consejería de Igualdad del Cabildo de Gran Canaria, la Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias, el Ministerio de Cultura y la Unidad de Igualdad de la ULPGC.
Monica Bonvicini (Venecia, 1965), artista italiana residente en Berlín desde 1986 y León de Oro de la Bienal de Venecia de 1999, examina la relación entre arquitectura, género y poder. Las referencias en su obra a los modos del minimalismo y la arquitectura moderna son constantes. Para esta exposición la artista presenta Beltdecke (2017), un tapiz hecho de cinturones de hombre en el que se evoca un trabajo tradicionalmente asociado con la mujer, como es el tejido, con un elemento propio de la dominación sexual masculina.
Sylvie Fleury (Ginebra, 1961), artista con obras presentes en colecciones internacionales como la del MoMA de Nueva York, presenta Walking on Carl Andre (1997): una pieza de vídeo en la que las baldosas metálicas del minimalista Carl Andre son utilizadas como pasarela por mujeres que caminan con zapatos de tacón. La transgresión de esta artista postpop y postfeminista se produce en respuesta a la censura de Andre a una de sus instalaciones. El vídeo toma una especial significación también por el hecho de que Carl Andre, uno de los grandes representantes del minimalismo, fue acusado y extrañamente absuelto por el asesinato de su mujer, la artista Ana Mendieta.
En la obra de Ana Laura Aláez (Bilbao, 1964) también se encuentra una visión crítica de la historia del arte. Representó a España en la Bienal de Venecia de 1999. La referencia a la escultura moderna de Brancusi –autor que tanta influencia tendrá en los volúmenes de los minimalistas– y al postminimalismo de Eva Hesse se plasma en la obra Culito (1996), una escultura en la que la violencia y la vulnerabilidad se expresan en el contraste del hierro y el corcho.
Esta dicotomía belleza/dolor se encuentra reflejada en la obra de las cuatro artistas a través de materiales, procedimientos compositivos, acciones y representaciones. En la serie Sacrifice (2017), la joven pintora canaria Cristina Toledo (Las Palmas de Gran Canaria, 1986) retrata los tratamientos tortuosos a los que ‘voluntariamente’ se han sometido las mujeres para encajar en los cánones de belleza. El concepto de ideología toma en estos cuadros vintage su sentido más carnal. Para la exposición “Sus formas, nuestro dolor” la artista realizará un gran mural con una imagen de esta serie.
Los discursos plásticos de estas artistas se alejan del canon de arte feminista tal como se forjó en los años 70 del siglo XX y que aún hoy pervive en la obra del feminismo artístico actual. La muestra quiere por tanto aportar una mirada crítica y diversa, fuera de los cánones impuestos y autoimpuestos.
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