La sinfonía amarilla vuelve a sonar en el Gran Canaria Arena

El pívot del Gran Canaria Alen Omic (c) y el también pívot del Obradoiro Triguero (d), durante el partido correspondiente a la novena jornada de la fase regular de la liga ACB que ambos equipos disputaron en el Gran Canaria Arena, en Las Palmas de Gran Canaria. EFE/Elvira Urquijo A.

Iván Alejandro Hernández

Al igual que ocurriera al inicio de temporada, el Granca volvió a ser el Granca. Con un resultado de 88-75 ante el Rio Natura Obradoiro, los amarillos han recuperado las buenas sensaciones que necesitaba, como recordó el técnico asistente Israel González tras perder con contundencia y mala imagen en Valencia.

Cuando el Gran Canaria Arena suena la casa amarilla se convierte en un fortín. Con 6.468 espectadores totalmente entregado comenzaba el Granca su camino para mantener su imbatibilidad como local. Con el apoyo de la afición los jugadores se crecen y se nota.

La gran actuación de Waczynski para el Obradoiro (con 19 puntos al final del segundo cuarto) sólo serviría para que los gallegos tuviesen oportunidades de disputar el encuentro hasta el descanso, cuando Kevin Pangos (21, 4 asistencias y 26 de valoración) y Alen Omic (17 puntos y ocho rebotes) se coronaban como los mejores de un equipo donde primó el trabajo coral.

Todos los jugadores del conjunto claretiano cuajaron una excelente actuación. Entregados al trabajo en equipo y manteniendo la concentración y la intensidad en todo momento, la maquina se engrasó y pasó por encima del Obradoiro al tercer cuarto, donde los gallegos ya poco pudieron hacer.

Y eso que no tuvieron un buen inicio los amarillos, fallando las primeras internadas, sería el Obradoiro quien se adelantaba con un parcial de 0-4, primero con Caloiaro y luego con Waczynski.

Pero sería un espejismo. Kevin Pangos abría el marcador para los suyos y a partir de ahí no se paró de anotar. El Granca consiguió un parcial de 13-0, riguroso atrás y acertado en la pintura, para mandar en el marcador.

Pero el conjunto gallego no estaba dispuesto a quedarse atrás y reaccionó tras el tiempo muerto pedido por Moncho Fernandez.

Wacsynski se coronoba como el mejor de los suyos en el primer cuarto con ocho puntos y ayudaba a recortar distancias hasta que el Obradoiro volvía a ponerse por delante al final de los primeros 10 minutos (17-18).

En el segundo cuarto los amarillos tendrían una gran actuación coral. Savané ponía de pie al Gran Canaria Arena, dando cuatro puntos, tres rebotes y dos tapones en seis minutos vitales, mientras Albert Oliver acertaba desde el exterior para convertirse en el máximo anotador del equipo en los inicios (ocho puntos) y alejarse en el marcador.

Gonzalez daba paso a Pangos (12 puntos), Omic (10 puntos) y Newley (siete puntos), quienes cuajarían una actuación providencial, sobre todo el australiano en defensa al frenar a Wacsynski, que seguía a lo suyo, metiendo sobre todo desde el exterior y aumentando su renta hasta los 19 puntos.

Pero el trabajo en conjunto de los amarillos alentados por la afición sería suficiente para acabar con un 48-41 al descanso y un parcial que ilustraba el gran juego realizado (31-23).

El segundo cuarto también daría la oportunidad de debutar al nuevo fichaje del Granca, a DJ Seeley. Sin pena ni gloria.

El tercer cuarto serviría para que los amarillos afianzaran su ventaja en el marcador, manteniendo una distancia de 10 puntos como media ante un Obradoiro que cada vez le costaba más anotar.

A destacar la labor de Pangos, que llegaba hasta los 18 puntos con 4 asistencias y el Gran Canaria Arena reconocía su trabajo con una sonora ovación tras ser sustituido por Oliver cuando el marcador se mantenía 57-47.

En ausencia del base canadiense, Omic sería el encargado de seguir aumentando la renta desde la pintura, mientras desde el exterior Baez y Paulí contribuían a que el Gran Arena se convirtiese en una fiesta con 71-51 en el marcador al final del tercer cuarto.

Todos y cada uno de los jugadores estaban cuajando una actuación sobresaliente en una sinfonía coral. Si había alguno que estaba bien, el que lo sustituía ejecutaba también una estupenda labor.

Incluso Rabaseda, con valoración negativa, conseguía poner en pie al Gran Canaria Arena cuando cazaba un espectacular rebote ofensivo en el último ataque amarillo del cuarto, que finalizaba con Savané anotando tiros libres.

Difícil, muy difícil tenían que ponerse las cosas para que el Granca dejase escapar este partido. Y así fue, con 88 a 75, el Herbalife sigue imbatido en su fortín ayudado por una afición que da alas al equipo, tras el varapalo sufrido a domicilio frente al Valencia. Enfrente espera el Alba Berlin en la Eurocup y el liderato para pasar al Last 32.

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