Personal del Cabildo de Gran Canaria y de la UME ensayan quemas técnicas para luchar contra los incendios forestales

Las quemas técnicas para descargar el monte de combustible vegetal y minimizar los riesgos de incendios forestales multiplican casi por catorce la superficie que puede ser tratadas con idéntico presupuesto frente a prácticas más convencionales. Además, no solo protegen la biodiversidad, sino que tienen beneficios en la activación de los bancos de semillas. Por este motivo, el Ministerio de Interior ha solicitado al Cabildo de Gran Canaria colaboración para formar a los mandos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), quienes, a su vez, aplicarán sus conocimiento en distintas autonomías.

Según ha informado el Cabildo en una nota de prensa, los cortafuegos consistentes en arrasar una franja de territorio hasta dejarlas como heridas de tierra que cruzan colinas y laderas ya están consideradas una práctica obsoleta. Por el contrario, las quemas técnicas descargan las franjas seleccionadas sin tener que arrasar con sus árboles y, de hecho, apenas se distinguen a simple vista.

Situadas estratégicamente en el territorio, lo divide en mosaicos para mantenerlos a salvo del que haya registrado el incendio y, además, mantiene protegidas instalaciones estratégicas, como las antenas de comunicaciones y la de la AEMET situada en la zona de Los Moriscos de Gran Canaria, terrenos que acogen estos días las jornadas prácticas del curso organizado por la Escuela Nacional de Protección Civil con instrucción del Cabildo, pionero en el uso de esta técnica.

Federico Grillo, jefe de Emergencias, ha explicado que tratar una hectárea con técnicas convencionales cuesta 4.000 euros, mientras que con quemas controladas se reduce drásticamente hasta los 300 euros y, si son pastizales, la cantidad baja hasta apenas 60 euros, lo que finalmente se traduce en mayor territorio protegido.

El teniente Roberto Moriñas, de la Unidad Militar de Emergencias, aseguró que la formación que reciben en Gran Canaria es “de una extraordinaria utilidad”, ya que incrementa su capacidad de intervención en grandes incendios.

Técnica quirúrgica

Las técnicas prescritas presentan diversidad de modalidades, entre ellas la denominada “cirugía”, con la que se puede atacar especies invasoras o realizar quemas que dejan a salvo repoblaciones, especies autóctonas o cables, por ejemplo. Incluso pueden usar las llamas para podar la parte baja de los pinos y mantener así sus copas elevadas y a salvo de los incendios. Todas estas posibilidades hacen que esta técnica forme parte esencial del calendario de prevención del Cabildo, según ha indicado el consejero de Emergencias, Miguel Ángel Rodríguez,

Atravesar incendios

El incendio de 2017 de Gran Canaria fue el primero en someter a experiencia real las quemas de los últimos años y, al mostrar una eficacia del 80 por ciento, despertó el interés de la comunidad científica especializada y de otras autonomías. Asimismo, permitió que los equipos Presa y los Agentes de Medio Ambiente del Cabildo supieran por dónde atravesar la cumbre recogiendo a las personas que se iban a quedar atrapadas en el fuego para confinarlas en la Base Militar EVA 21 de la cumbre, también protegida del incendio por las quemas controladas que en invierno se realizan alrededor de instalaciones estratégicas.

Por todo ello, el Ministerio de Interior ha contado con el Cabildo durante los últimos diez años para formar a su personal, del que ya han pasado por Gran Canaria un millar de militares,

Los 30 mandos que se encuentran en Gran Canaria desde el pasado fin de semana han aprendido las aplicaciones y los patrones de ignición en las jornadas teóricas, donde también han aprendido la eficacia de usar el fuego en plena extinción, para quemar franjas delante de la cabeza del incendio y que se extinga cuando solo encuentre tierra quemada, o realizar quemas de ensanche, es decir, prender a lo largo de una carretera y convertirla en una línea de defensa aún mayor.

El pasado domingo, el personal se trasladó al monte y practicó las quemas bajo la dirección del Cabildo tras la selección de la parcela, que fue perimetrada con una zanja para asegurar la zona y comenzar la quema en su interior.

Esta actividad se efectúa siempre en condiciones específicas de temperatura, viento y humedad, sin perder de vista posibles giros y apoyados por todas los equipos de seguridad necesarios para situaciones de estas características en las que también hay que manejar el humo, para que no afecte núcleos próximos, y variables como senderos por los que puedan transitar personas, de manera que finalmente se logre un monte más seguro y protegido contra el fuego.