El cono del volcán de La Palma alcanza 1.124 metros de altura

El cono del volcán de La Palma ha alcanzado los 1.124 metros de altura, según ha informado el Instituto Geográfico Nacional (IGN) cuando se cumplen 85 días desde que se inició la erupción, lo que la convierten en la más longeva de las ocurridas en la Isla, al superar los 84 días que duró la erupción del volcán de Tehuya, ocurrida en 1585.

En las últimas 24 horas se han localizado un total de 24 terremotos en la isla de La Palma, la mayoría de ellos (21) a profundidades intermedias, entre 10 y 15 kilómetros, y sólo 3 a profundidades entre 35 y 42 kilómetros. La magnitud máxima registrada es de 3,2 (mbLg), correspondiente al terremoto del día de hoy a las 05.21 horas, a 36 kilómetros de profundidad. La amplitud de la señal de tremor se mantiene en niveles bajos.

A la vista de la imagen calibrada a las 08.39 horas, se estima una altura de nube de cenizas de 1.400 masl (metros sobre el nivel del mar) con dirección oeste-suroeste. También se ha medido la altura del cono, obteniendo un valor de 1.124 metros sobre el nivel del mar, lo que supone 1 metro más respecto al dato obtenido en la última medición.

Por otro lado, la directora del IGN y portavoz del Comité Científico del Pevolca, María José Blanco, explicó este sábado que la lava está discurriendo desde el foco efusivo situado en el oeste del cono principal por un tubo volcánico, que tiene varios jameos, del que parten dos coladas que se desplazan hacia el oeste sobre coladas anteriores. La más activa, que confluyó sobre la colada que surgió al oeste de la Montaña Cogote —que está actualmente inactiva—, sigue sobre esta última, precipitándose, en dos ramales, sobre la isla baja en la zona de Las Hoyas.

María José Blanco también comentó que los otros centros de emisión del cono principal, en estos momentos, se encuentran muy poco activos, con pulsos de actividad estromboliana y emisión de cenizas (en la parte suroriental) y muy intensos de gases. 

Sobre las grietas y fracturas en la parte superior del cono secundario (concéntricas y radiales con respecto al cono), estas han ido modificando la morfología de ese cono, produciéndose pequeños desprendimientos hacia su interior y cráteres adyacentes. 

La emisión de dióxido de azufre (SO2), asociada al penacho volcánico del actual proceso eruptivo continúa reflejando una tendencia descendente desde el pasado 23 de septiembre.