El Gobierno canario pide a los plataneros que no desmantelen su unidad tras dimisión de Henry Sicilia
El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, ha pedido este miércoles al sector platanero que “no desmantele su unidad”, ante la reciente dimisión de Henry Sicilia como presidente de la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan).
La renuncia de Sicilia, oficialmente por motivos personales, “se acata”, dijo Quintero en la Comisión de Agricultura del Parlamento de Canarias, pero a la vez pidió “responsabilidad” al sector para mantenerse unido porque “es un momento clave por la negociación del nuevo Posei”, el programa comunitario de apoyo a las producciones agrarias del archipiélago.
Entre otras cuestiones, Quintero avanzó que quiere plantear en esa negociación que se autorice la exportación de plátano canario a países terceros cuando se produzcan excesos de producción que no pueda absorber el mercado comunitario y que normalmente obligan a depositarlos en vertederos, a dedicarlos a compostaje y a la alimentación del ganado.
En 2016 se produjo un récord de producción de plátano en Canarias, pero también se batió una marca histórica en la eliminación de excedentes de producción, que alcanzó los quince millones de toneladas, según expuso la diputada del PSOE Ventura del Carmen Rodríguez en una pregunta al consejero sobre este asunto.
Narvay Quintero señaló que las organizaciones de productores son las encargadas de retirar esos excedentes, la conocida “pica”, que pueden alcanzar un máximo del 5% de la producción total, y reconoció las dificultades de la Consejería para conocer fehacientemente que se cumple la normativa en su destino final.
Los productores están autorizados a entregar los excedentes a organizaciones no gubernamentales, a vertederos legales, a biocombustible, a compostaje, a biodegradación o a alimentación animal, y últimamente se está considerando destinarlo a la agroindustria para su transformación en harina de plátano.
Pero aprovechando la próxima revisión de la Política Agrícola Común de la Unión Europea y con ella del Posei, el Gobierno de Canarias quiere que esos excedentes puedan exportarse a países terceros pero no de manera puntual y con autorización previa, como ha ocurrido ocasionalmente con ventas a Marruecos, sino de manera regular.
Narvay Quintero expuso ante la comisión parlamentaria otras medidas que quiere plantear el Gobierno de Canarias ante la reforma de la PAC y del Posei, y que le expondrá a finales de mes al comisario de agricultura europeo, Phil Hogan, en una reunión en Madrid.
El Gobierno canario pedirá un aumento de la ficha financiera del Posei, ya que la propia Comisión Europea reconoció en 2009 que era insuficiente para cubrir el sobrecoste de producción en Canarias.
También demandará Quintero un Programa de Desarrollo Rural específico para las regiones ultraperiféricas.
Pero sobre todo incidirá en que se rechace un nuevo acuerdo para dar a terceros países un plazo de cinco años para que adapten a la legislación europea sus producciones ecológicas, ya que eso supone un perjuicio muy grave para las producciones canarias.
Las producciones comunitarias deben cumplir condiciones muy estrictas fitosanitarias y de trazabilidad para contar con la etiqueta de producción ecológica, la misma que se da a producciones de terceros países que utilizan productos fitosanitarios prohibidos en Europa.
Eso se traduce en sobrecostes para los productores comunitarios que los de terceros países no tienen que soportar, lo que genera competencia desleal, pero además es un engaño a los consumidores que confían en el etiquetado ecológico, denunció Quintero.
El consejero se refirió además a las producciones hortofrutícolas de Canarias, que son más saludables para el consumidor por la presencia de menos productos fitosanitarios que las importadas, según un reciente estudio realizado con motivo del programa europeo Pervemac.
Quintero señaló que Canarias avanza en la comercialización y el autoconsumo de sus propios productos hortofrutícolas, y al respecto señaló que las medidas para la introducción de productos agrarios en hospitales, colegios y el sector turístico está teniendo un impacto positivo.
En 2016, el PIB del sector primario creció en Canarias un 4,7%, por encima de los demás sectores económicos y de la media nacional, un dato que hay que tomar con cautela pero que va por el buen camino.
La producción se ha reorientado más al mercado interior y los cultivos de hortalizas ocupan ya 6.280 hectáreas, con lo que se están recuperando las cifras de 2011.
En el caso de los frutales, la superficie cultivada se mantiene estable desde 2012 en unas 14.000 hectáreas.
“El mercado interior es fundamental y hay margen de crecimiento”, subrayó Quintero, quien defendió que de las 90.000 hectáreas que están sin cultivar de las 135.000 disponibles se preserven y estén disponibles para cuando se vayan necesitando.
En esa línea, alabó los acuerdos alcanzados entre los grupos parlamentarios en torno al uso del suelo rústico en la tramitación parlamentaria del proyecto de ley del suelo.
La recuperación del sector se está notando también en el relevo generacional, con más de 300 jóvenes inscritos con un plan de viabilidad que están dispuestos a iniciar una actividad agraria y ganadera.
Narvay Quintero indicó que la Consejería trabaja para fortalecer las organizaciones de productores de manera que puedan entrar en la distribución de las grandes cadenas.