Beatriz Talegón, espíritu crítico

De la política que entendía Aristóteles a la idea actual de la cosa pública dista una nómina a final de mes. Hay quien insiste en que se trata de un trabajo que no está pagado, que te exige ser político las 24 horas del día, no apagar el móvil y atender y poner buena cara a todo el mundo, sobre todo en campaña... lo que viene siendo ser, políticamente correcto. No obstante, el distanciamiento de la ciudadanía y de la clase política cada vez se hace más evidente, porque han convertido la política en su profesión, en su modo de vida, en su sustento económico, en su modo de comer, directa o indirectamente.

En el programa matinal de Radio Murión, El Soplete, los oyentes hemos podido, recientemente, disfrutar de la intervención de la joven política española Beatriz Talegón, actualmente secretaria general de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas y dirigente de las Juventudes Socialistas de España.

Independientemente de la creencia ideológica, en los tiempos que corren, todos los jóvenes debemos remar en un mismo sentido, reivindicar políticas por y para la juventud, rechazar la política que dificulta nuestra participación y recordar a los “lumbreras” que no “nos representan” que, no nos vamos, nos echan. No somos, precisamente, los culpables de esta crisis económica que nos azota y tampoco de que, más del 40% de los jóvenes parados canarios sean, en estos momentos, de larga duración, por ello, deben pagar los verdaderos culpables.

Cabe recordar que, Talegón saltó a la palestra a raíz de unas declaraciones suyas, en el congreso de la Internacional Socialista del 5 de febrero de 2013 en Cascais (Portugal), donde criticó que las reuniones se celebraran “en hoteles de cinco estrellas” y los delegados llegaran “en coches de lujo”. Añadiendo que “os exigimos de una vez por todas que la Internacional tenga sentido, no hagáis que los jóvenes nos avergoncemos”.

Discurso de Talegón: http://m.youtube.com/watch?client=mv-google&hl=es&gl=ES&v=0ZicxS57B3o

Y es que, cuando se gobierna en contra de los derechos e intereses de los ciudadanos, los gobiernos quedan automáticamente deslegitimados, por muchos votos que tengan detrás, y luchar contra ellos para arrojarlos del poder se convierte en una tarea obligatoria para los demócratas y amparada por el Derecho natural.

Hacer pagar al pueblo, injustamente, el grueso de la factura de la crisis, practicar recortes a los ciudadanos mientras los políticos mantienen sus privilegios, aplastar al pueblo con impuestos abusivos y otras políticas arbitrarias, todas ellas habituales en la España actual, son deslegitimadoras y convierten a los gobiernos que las practican en opresores y contrarios al bien común, aunque los políticos justifiquen sus abusos con el pobre argumento de que ellos proceden de las urnas. Se equivocan al pensar que una mayoría en las urnas otorga legitimidad y olvidan que la única legitimidad la otorga la decencia.

Luchar contra los dirigentes ilegítimos que malgobiernan a sus ciudadanos, que, con tanta tozudez como vileza, arruinan a sus países y llevan a sus pueblos hacia el desastre y la corrupción, es un deber ético y político ineludible para todo demócrata.

Coincido con el planteamiento de Beatriz Talegón, los ciudadanos, por motivos evidentes, están cada vez más desmoralizados con la casta política.

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Jafet Barreto es presidente de Alternativa XXI