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Décimo aniversario del Museo Arqueológico Benahoarita: consolidación de un sueño
El 30 de abril de 2017 se cumplirán diez años de la apertura del Museo Arqueológico Benahoarita (en adelante mab) en Los Llanos de Aridane. Este Centro Cultural fue enteramente financiado con fondos propios del Cabildo Insular de La Palma. Su inauguración supuso, sin ningún género de dudas, el mayor hito de la arqueología palmera e hizo realidad un sueño largamente acariciado por todos los investigadores que habían trabajado sobre la etapa prehispánica de la antigua Benahoare. Y ello solo fue posible gracias a la unanimidad de todos los grupos políticos de la isla, así como de toda la sociedad palmera, para contar con un moderno centro museístico en el que se recogiera toda la riqueza y variedad del legado patrimonial de los benahoaritas, cuya huella sigue latente por toda la orografía insular.
El mab es una edificación totalmente nueva, obra del arquitecto Antonio Gregory Garritano Pérez. Los trabajos se iniciaron en 2002 en un solar, junto a la Calle de Las Adelfas, de 4.392 metros cuadrados, de los que 2.889,10 están destinados a museo propiamente dicho. La inversión total fue de 4.100.000 euros, financiados enteramente por el Cabildo de La Palma. Las obras finalizaron en 2006 e inmediatamente se procedió a su musealización y equipamiento, que corrió a cargo de la empresa barcelonesa Cultural Sense S. L., con un coste de unos 750.000 euros. Consta de dos plantas y un sótano que atesora todos los fondos que no están expuestos. La planta baja acoge la recepción, varias salas de exposición temporal, un amplio salón de actos, despachos para el personal técnico y administrativo, una biblioteca, un taller de restauración y una sala de exposición-venta de artesanía palmera. La parte alta está dedicada a albergar la exposición permanente sobre la vida y cultura de los benahoaritas mediante la utilización de audiovisuales, maquetas y la exhibición de cientos de piezas arqueológicas originales.
La creación del mab permitió, entre otras cosas, la concentración de todos los restos arqueológicos benahoaritas en un único recinto ya que, hasta ese momento, estaban dispersos en un sinfín de lugares. La exposición permanente inaugural se conformó con los materiales depositados en la Sociedad La Cosmológica, las colecciones privadas de Miriam Cabrera Medina, Ramón Rodríguez Martín y Tomás Oropesa Hernández. A ellos se unieron los vestigios que llevaban muchísimos años custodiados en el Departamento de Arqueología de la Universidad de La Laguna. Finalmente, también se aprovecharon los vestigios procedentes de diferentes excavaciones arqueológicas: Belmaco (Villa de Mazo), El Tendal (San Andrés y Sauces), El Rincón (El Paso), etc., que se habían ido depositando en el Museo Insular, situado en el exconvento de San Francisco (Santa Cruz de La Palma).
La apertura del mab fue muy importante para muchas personas en el sentido de que, por primera vez, tomaron conciencia de que los restos arqueológicos benahoaritas tenían un lugar en el que podían entregarse para su custodia, restauración y exposición, por lo que ya no era necesario enviarlos a Tenerife. La entrega de piezas prehispánicas privadas alcanzó tal magnitud que, apenas dos años después de la inauguración, nos vimos obligados a hacer una nueva inversión, de unos 130.000 euros, para ampliar y remodelar la exposición permanente, que supera los 900 metros cuadrados, crear un audiovisual sobre la vida y cultura de los benahoaritas, incrementar el número de expositores, realizar labores de limpieza y consolidación de los materiales, etc.
La donación de restos arqueológicos se ha ido manteniendo en estos diez años, si bien hemos de destacar los objetos entregados por Carlos Asterio Abreu Díaz, Casiano Melián Cruz, Luis Robayna Simón, Aníbal Pérez Ramos, Cayetano Gómez Felipe, Domingo Acosta Felipe, etc. Además, algunos de estas personas se han convertido en colaboradores del mab, descubriendo infinidad de nuevos yacimientos arqueológicos, participando en el montaje de exposiciones, colaborando en trabajos de investigación, etc. A todos ellos hemos de añadir abundantes piezas que han sido donadas por particulares que los han descubierto de forma casual, las han heredado de sus antepasados o han convencido a otros para que las entreguen, etc. Tal es así que, en la actualidad, la sala de exposición permanente se nos ha quedado absolutamente pequeña, por lo que estamos pensando llevar a cabo una remodelación y reestructuración para ir presentando a la sociedad todos estos nuevos materiales que han pasado a formar parte de los fondos del mab.
A lo largo de estos diez años de existencia se han llevado a cabo infinidad de actividades culturales (visitas guiadas, representaciones teatrales con títeres, talleres didácticos, etc) que han permitido inculcar, entre la comunidad educativa palmera, la importancia, el valor y el respeto por el riquísimo patrimonio cultural arqueológico que atesoramos. Ellos serán los garantes principales, en un futuro muy próximo, de que todo este legado se preserve para uso y disfrute de las generaciones venideras. Se han organizado jornadas, simposios y congresos sobre arqueología como, por ejemplo, El cielo y la sacralidad en las Culturas Aborígenes canarias y su entorno Mediterráneo, Los desafíos en la gestión integral del arte rupestre: de México a Canarias, etc. Se han impartido numerosas conferencias sobre diferentes aspectos de la arqueología palmera, canaria, nacional e internacional, destacando los investigadores Jean Clottes, Frederick Forsyth, Juan Antonio Belmonte Avilés, Milagros Álvarez Sosa, José María Bermúdez de Castro, Antonio Tejera Gaspar, Juan Francisco Navarro Mederos, María Antonia Perera Betancort, Julio Cuenca Sanabria, etc., etc. Se han elaborado exposiciones temporales propias sobre El pastoreo en la isla de La Palma: 2000 años de historia, La Amazonía, La piel: 2000 años de historia, etc. Y, a todo ello hemos de añadir, la participación del mab en diferentes proyectos de investigación sobre, por ejemplo, análisis del ADN y paleonutrición de los benahoaritas, estudios paleoclimáticos a través de las conchas de fauna marina y terrestre, trabajos genéticos de las razas de ganado autóctono, fósiles lacustres en la Caldera de Taburiente, etc., etc.
El camino no siempre ha sido sencillo, si bien los escollos se han ido superando con tenacidad y el esfuerzo de todos (políticos, personal del mab, amigos del museo y arqueólogos), permitiendo sacar adelante infinidad de proyectos y actividades sin cuya implicación no hubiesen sido posibles. En definitiva, estos diez años de vida del mab han supuesto avances muy importantes para la recuperación y difusión del Patrimonio Cultural Benahoarita, si bien también es necesario tener presentes una serie de deficiencias que es necesario solventar para que el futuro sea, aún más, esperanzador. La meta debe ir en el sentido de dotar al mab de personal técnico (conservador/a, restaurador/a, etc) y de servicios cualificados que lo conviertan en un referente científico y, asimismo, en una visita inexcusable para todos aquellos que nos visitan contribuyendo así a generar un turismo cultural diferente al de sol y playa al que estamos acostumbrados en Canarias y con el que no podemos competir. En este sentido, tenemos todos los mimbres para que así sea puesto que contamos con piezas arqueológicas únicas (cerámica, grabados rupestres geométricos, esferoides, potentes estratigrafías, etc.) que solo es posible disfrutarlas en esta isla.
Los retos de futuro son de envergadura y deben ir en el sentido de consolidar y mejorar todas las actividades que se han realizado hasta la fecha, así como otros nuevos que deben convertir al mab en el motor para que la arqueología palmera alcance el nivel que tuvo hasta finales de la década de los 80 del siglo XX. El mab debe impulsar y elaborar las Cartas Arqueológicas municipales y, sobre todo, debe retomar el apartado de las excavaciones arqueológicas sobre las que, a pesar de contar con cientos de yacimientos con potentes estratigrafías, hace prácticamente 30 años que no se ha vuelto a excavar un yacimiento en extensión. En este sentido, ya hemos comenzado a dar los primeros pasos con la excavación de la necrópolis de La Cucaracha (Villa de Mazo). Pero, sobre todo, el mab debe convertirse en el centro de exposición e investigación en el que todos los palmeros se vean reflejados y se sientan orgullosos de contar con un equipamiento cultural de esta categoría. Con el apoyo y la ayuda de todos conseguiremos crecer en el sendero del conocimiento para que, como bien dice el refrán, cumpla muchos más.
Felipe Jorge Pais Pais (Director del Museo Arqueológico Benahoarita)