Día Mundial del Agua: Entre la escasez y la contaminación

La formación política EQUO-La Palma reflexiona una vez celebrado, el pasado día 22 de marzo, el “Día Mundial del Agua” sobre este valioso recurso.

Es evidente que la escasez de precipitaciones y el aumento de las temperaturas están dando lugar a un aumento de la evaporación y a una disminución de las reservas de agua.

Parece que la ausencia o abundancia de lluvias es la que marca el debate político ambiental; en los años lluviosos parece que se olvida el problema del agua, pero lo realmente significativo es que cada vez llueve menos, y que aumentan las temperaturas.

El gran problema es que el agua es un bien escaso y lo va a ser cada vez más. Por tratarse de un recurso vital ha de ser gestionado con inteligencia y eficiencia. Estamos consumiendo más agua de la que la Naturaleza nos ofrece, y por eso, tenemos la obligación de reducir el consumo.

En el “Decálogo del agua” elaborado en la Conferencia Internacional sobre Escasez de Agua y Energía, se manifiesta que conviene diferenciar entre escasez de agua y sequía; la escasez de agua es generada por el hombre y es el resultado de una demanda excesiva del líquido elemento que supera los recursos disponibles. La sequía es un fenómeno natural recurrente, producido por una disminución temporal de las precipitaciones, suficientemente larga e intensa como para generar impactos socioeconómicos adversos.

Ya se habla de las “guerras del agua” en un futuro no muy lejano. El efecto invernadero, la disminución de la capa de ozono y la lluvia ácida reducirán todavía más nuestros menguados recursos de agua. Con el incremento de las temperaturas se producen sequías pertinaces en diversas partes del mundo y “hambrunas” que afectan principalmente a los países más pobres del Planeta.

A la escasez de agua hay que añadir el riesgo de contaminación debido a las industrias, a la agricultura convencional, a lixiviados de vertederos de basuras y residuos químicos de la minería e industrias petrolíferas, que se están acumulando dentro del ciclo del agua. Pero de nada sirve sanear el agua si no hay ahorro individual. Es preciso depurar todas las aguas residuales y reutilizarlas. Según datos de la ONU, 1.000 millones de personas no tienen acceso al agua potable y un 40% de la población mundial no dispone de instalaciones sanitarias adecuadas.

El agua contaminada mata a más gente que la violencia, incluidas las guerras, y más de la mitad de los centros hospitalarios y de las camas hospitalarias del mundo están ocupadas por personas que padecen enfermedades relacionadas con el agua en malas condiciones. En muchas ciudades del mundo no se puede consumir la del grifo porque está contaminada.

Según el informe “Agua” que presentó Greenpeace a raíz de la entrada en vigor de la Directiva Marco del Agua, en el año 2005, solo el 11% de las aguas superficiales y el 16% de las subterráneas están en condiciones de cumplir los objetivos que marca la DMA para el año 2015 en lo referente a aguas de abastecimiento y riego.

Ante esta situación, la formación ecosocial afirma que es imprescindible sanear y ahorrar el agua. Tengamos en cuenta que una familia consume diariamente la cantidad necesaria para llenar 6 bañeras. Un grifo que gotea puede perder hasta 50 litros al día. Una cisterna que no cierra correctamente gasta hasta 250 litros por día. A través de un grifo abierto pasan 12 litros por minuto. Por todo ello, debemos reducir el consumo de agua a nivel individual, y a las administraciones públicas les corresponde concienciar y aplicar legislaciones encaminadas a que sea efectivo este ahorro VITAL.