Pacto del Foro de la Profesión Médica y el Ministerio de Sanidad

El pacto de reciente aprobación entre el Foro de la Profesión Médica, el Consejo General de la Enfermería, el Sindicato de Enfermería-SATSE y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ha sido fuertemente cuestionado por parte de la oposición política en el Parlamento, sindicatos y la Asociación por la Defensa de la Sanidad Pública, tanto por su utilidad como por el procedimiento por el que dicho acuerdo se ha llevado a cabo. Las razones que han motivado la oposición al mismo están basadas en los siguientes argumentos:

La negociación llevada a cabo con entidades y organizaciones corporativas carece de transparencia. No se ha permitido el debate previo de la medida con los diferentes colectivos profesionales ni con los sindicatos autonómicos para una decisión de tal trascendencia.

Lejos de garantizar la sostenibilidad del sistema, la estrategia del Gobierno con sus políticas de recortes y “externalización”, es la de acabar con la universalidad del servicio público, privatizando la financiación y gestión de los centros sanitarios, lo que ya está conduciendo a una reducción del derecho a la asistencia de la población y del empeoramiento de las condiciones laborales de los profesionales sanitarios.

Con la escenificación de este acuerdo, el Gobierno parece apostar por intentar debilitar las movilizaciones de ciudadanos y sanitarios, que están teniendo lugar en contra del desmantelamiento de la sanidad pública y de su privatización. Por ello es importante oponerse a este acuerdo y continuar las movilizaciones en Defensa del Sistema Sanitario Público.

Acerca del declive al que está expuesta la calidad del sistema Nacional de Salud, los datos hablan por sí solos. El sistema público español ha venido descendiendo en calidad respecto a 2009, hasta ocupar la posición 24 de un ranking de 34 países, según el Índice de Consumidores de la Sanidad Europea. Según este estudio, España solo logra 603 de los 1.000 puntos posibles. Los excesivos tiempos de espera, la falta de transparencia en la gestión y la escasa participación de los pacientes, son algunos de los signos de alarma de un sistema de salud que sufre un preocupante y evidente deterioro, poniendo en riesgo la salud de todos.

Según el último Barómetro de Opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en una escala del 0 al 100, los médicos alcanzan una media de 81,58 puntos en aceptación, precisamente en una época de movilizaciones de este colectivo contra los recortes que están aplicando los gobiernos central y autonómicos. En cambio, el 86% de los encuestados tiene poca o ninguna confianza en el presidente del Gobierno. Quizás por esto también, el Gobierno centra su preocupación por conseguir una foto para la galería mostrándose al lado de batas blancas.

Evitar utilizar la sanidad como propaganda política y poner todos los medios para detener el preocupante desmantelamiento de los servicios públicos, es lo que debería ocupar a un gobierno mínimamente ético y responsable.