Polémica en Garafía por sacar en procesión a San Antonio durante el estado de alarma
El Grupo de Gobierno del Ayuntamiento de la Villa de Garafía, en un comunicado, señala que “ante la polémica suscitada por el hecho de que algunos vecinos sacaran a San Antonio en procesión el pasado 13 de junio, estando en estado de alarma y habiéndose decidido que no se iban a celebrar actos por seguridad y prevención, quiere pedir disculpas por los hechos a todas las personas afectadas y molestas por estos hechos”. La Fiesta de San Antonio del Monte, considerada como la feria por excelencia de la Villa norteña, este año fue suspendida por la crisis sanitaria provocada por la pandemia de la COVID-19.
En la nota del grupo de Gobierno del municipio se indica que “desde hace años se saca en una segunda procesión a San Antonio, por parte de algunos vecinos y sin la autorización del párroco. El primer año, siendo Martín Taño alcalde del municipio, se hizo por parte de una gran cantidad de fieles, con respeto y fervor”.
En la nota se apunta que “este año varios vecinos quisieron continuar con esa nueva tradición, contando con la participación de algunos concejales, pero sin la autorización del señor párroco, don Cosme Piñero”. Respecto a “la implicación de estos concejales”, añade, “han corrido muchos rumores, pero no es intención del Grupo de Gobierno desmentirlas ni justificar los hechos”.
El alcalde de la Villa de Garafía, Yeray Rodríguez, “en nombre del Grupo de Gobierno”, se indica en la nota, “quiere pedir disculpas, en primer lugar, a los muchos fieles que se acercaron a San Antonio del Monte y hubiesen querido participar en los actos religiosos. Somos conscientes de la tristeza que supuso para los fieles y devotos de San Antonio de Padua no poder disfrutar de la misa en su honor y de los actos tradicionales que se celebran con tal motivo”.
En segundo lugar, “queremos disculparnos con el señor párroco y con el Obispado de Tenerife, por las molestias ocasionadas. En ningún momento se quiso actuar en contra de la Iglesia ni provocar ningún revuelo, sino responder a la fe de los vecinos y sin malas intenciones. Esperamos que esta situación no enturbie la buena relación existente entre ambas instituciones”.
“Reiteramos nuestras disculpas a todas las personas que puedan haberse sentido molestas y ofendidas por estos hechos”, concluye.
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