Francisco Abreu: ‘el médico de los pobres’

Francisco Abreu García nació en Santa Cruz de La Palma el 5 de abril de 1861. Estudió bachillerato en el Colegio de Santa Catalina de su ciudad natal, verdadero manantial de la ilustración palmera, licenciándose más tarde, en 1890, en Medicina y Cirugía por la Universidad de Madrid.

Ejerció brillantemente su profesión en la localidad de su nacimiento, destacando por su altruismo y desinterés en el atendimiento de los enfermos más necesitados, por lo que fue llamado el médico de los pobres ya que, incluso, aparte de diagnosticarlos, entregaba a sus familiares, si era preciso, el dinero necesario para las medicinas prescritas.

Durante muchos años, con cortos intervalos, ejerció gratuitamente como director médico en el Hospital de Nuestra Señora de los Dolores y de la Cuna de Expósitos de la misma población. En el Hospital se distinguió como un experto y notable cirujano, así como un hombre honrado y sensible con el dolor de los demás. No solo se conformó con renunciar a su sueldo a favor del Asilo, sino que, además, donaba regularmente dinero de su propio bolsillo cuando era necesario.

Académico correspondiente de la Internacional de Ciencias Médicas, militó en el Partido Liberal Tradicional, siendo así mismo uno de los más importantes colaboradores de la sociedad cultural La Unión. Esta institución celebró el primer certamen literario que se realizó en Canarias, inaugurando también en La Palma la primera biblioteca pública y editando un periódico del mismo nombre, entre otras importantes acciones culturales.

Francisco Abreu García falleció en su hacienda de El Brezal, en Breña Alta, en la isla de La Palma, el 31 de julio de 1912, con apenas cincuenta y un años.

El Excelentísimo Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, en reconocimiento a los méritos contraídos por tan insigne médico y cirujano, ha perpetuado su figura rotulando una de las calles de la ciudad con su nombre, distinguiéndole así mismo con el honroso y merecidísimo título de Benefactor del Hospital de Nuestra Señora de los Dolores, donde tiene también una placa que da su nombre a una de sus salas.