Amnistía agradece el apoyo al Tratado de Armas
El grupo local de Amnistía Internacional (AI) ha hecho público un comunicado para agradecer el apoyo de la sociedad palmera a la campaña impulsada por esta organización no gubernamental para lograr la aprobación, por parte de la ONU, de un Tratado del Comercio de Armas(TCA).
Tras largos años de campaña, la gran mayoría de los Estados ha aprobado la firma histórica de un Tratado sobre el Comercio de Armas. “La ONU hace de los derechos humanos el eje central de un tratado histórico sobre el comercio de armas. El pasado 2 de Abril, los gobiernos representados en las Naciones Unidas (ONU) han aprobado prácticamente por unanimidad un Tratado sobre el Comercio de Armas que prohibirá a los Estados transferir armas convencionales a otros países si saben que van a ser utilizadas para cometer genocidio, crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra o facilitar su comisión”, según se recoge en una nota de prensa.
“Después del gesto cínico protagonizado hace unos días por Corea del Norte, Irán y Siria ?tres países donde se cometen abusos contra los derechos humanos y que están sometidos a algún tipo de sanción de la ONU? para intentar bloquear el tratado, 154 Estados han votado a favor de su adopción en la Asamblea General de la ONU”, añaden.
“Es un momento histórico. Tras largos años de campaña, la mayoría de los Estados han acordado adoptar un tratado global capaz de impedir que lleguen armas a países donde se destinarán a cometer atrocidades”, ha afirmado Brian Wood, director de la campaña Control de Armas y Derechos Humanos de Amnistía Internacional, desde la conferencia de la ONU en Nueva York, “A pesar del intento sumamente cínico de frustrar su adopción por parte de Corea del Norte, Irán y Siria, una mayoría abrumadora de las naciones del mundo han expresado su apoyo rotundo a este tratado centrado en la protección de los derechos humanos, que salvará vidas”.
El tratado obliga, además, a todos los gobiernos a evaluar el riesgo de transferir armas, municiones o componentes a otros países donde puedan ser utilizados para cometer o facilitar graves violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos. Los Estados han acordado que, si ese riesgo fundamental es real y no puede mitigarse, la transferencia no se lleve a cabo.
“Si se piensa en el poder político y los amplios intereses económicos que están en juego para los grandes productores y exportadores de armas, este tratado constituye un homenaje tanto a la sociedad civil que defendió la idea de salvar vidas y reducir el sufrimiento humano como a los gobiernos que hicieron caso a ese llamamiento”, ha señalado Widney Brown, directora general de Derecho Internacional y Política de Amnistía internacional, “En los próximos cuatro años, el comercio anual de armas convencionales, municiones, piezas y componentes superará los 100.000 millones de dólares estadounidenses. Pero hoy, los Estados han antepuesto a los seres humanos y su seguridad”.