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Doña Delia sigue al frente del mostrador con 90 años

Doña Delia se resiste a abandonar el mostrador de La Favorita. Foto: LUZ RODRÍGUEZ

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

Durante la conversación, en múltiples ocasiones se pregunta: “Y yo qué hago sola en casa?”. Doña Delia Pérez Martín, con 90 años, se resiste a abandonar la histórica librería-papelería que regenta desde los primeros años de la década de los sesenta del pasado siglo en la calle Garachico de Santa Cruz de La Palma. “Mi marido me dijo con pena que cuando él se muriera se cerraría la librería más antigua de Canarias, y yo le aseguré que mientras viviera yo sus puertas permanecerían abiertas”, ha relatado a LA PALMA AHORA con los ojos humedecidos por la emoción.

Doña Delia, una señora de gran atractivo y elegancia, ha cumplido su promesa. Todos los días, a las 09.00 horas, puntualmente, la librería –papelería La Favorita, que fue fundada aproximadamente a finales del siglo XVIII por los antepasados de su marido, Juan Fernández Guerra, conocido músico de la orquesta Broadway, abre las puertas de su negocio, ubicado en los bajos de su vivienda, una inmensa y coqueta casona. Los 90 años no le pesan. “Yo es que no puedo estar viendo la tele sin hacer nada, y mis plantas no tienen ni una hoja seca”, asegura esta mujer vital y emprendedora, que nació en Barlovento y que reconoce que “nunca me gustó el campo, no sabía hacer nada”.

Pero antes de abrir el negocio familiar, programa la jornada para no perder el tiempo, algo que le obsesiona. “Lo primero que hago por la mañana es dejar la comida hecha o, por lo menos, pensada”. Los domingos, descansa, pero la inactividad no le gusta nada.

La Favorita, que lleva nombre de ópera dada la afición a la música de sus propietarios, en los primeros tiempos solo vendía revistas y periódicos, pero Doña Delia convenció a su marido para incorporar poco a poco otros artículos como juguetes o adornos de navidad. En la actualidad, también comercializa libros de textos, material escolar y novelas. Una empleada se encarga de llevar el negocio, pero Doña Delia siempre está al frente del mostrador, con su sonrisa amable, conversando con los clientes, a los que atiende y cuenta retazos de su vida. “¿Qué hago yo sola en casa?”, vuelve a cuestionarse. “Aquí hablo con la gente”, dice. Pero además de hablar, también hace gestiones en Correos y en los bancos, y lleva los periódicos a sus clientes. “No la necesito para vivir, pero no quiero que se cierre La Favorita”, insiste.

Sus hijos bromean con ella y le dicen que tiene que bajar el ritmo, pero ella no se da por enterada. Sonríe y sigue haciendo planes. Estos días está acompañada en la librería por su nieta Anya Corujo Fernández, que reside en La Laguna, y que se siente orgullosa de su abuela.

La Asociación de Mujeres Empresarias de La Palma (Amepa) hace unos años reconoció la trayectoria empresarial de doña Delia, una barloventera honrada que en nunca ha fijado precios abusivos en su negocio. “Claro que quería ganar, pero con precios razonables”, subraya.

La Favorita sigue con las puertas abiertas dando vida a la calle Garachico y doña Delia no está dispuesta a abandonar su mostrador. Se aferra a él porque allí se encuentra su pasado y también su futuro.

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