Medio Ambiente intenta capturar una ardilla detectada en Garafía en el medio natural para evitar su proliferación
La Unidad Insular de Medio Ambiente del Cabildo de La Palma intenta capturar un ejemplar de ardilla moruna (Atlantoxerus getulus) detectado en el medio natural de la Isla. Fue visto hace menos de un año en la zona costera de Lomada Grande del municipio de Garafía. En concreto, se quiere atrapar dicho animal a fin de evitar su proliferación al tratarse de una especie invasora. Al efecto, se han colocado trampas.
El pequeño roedor, avistado en el reseñado lugar en marzo de 2014 por unos vecinos, se cree que pudo llegar a La Palma como mascota y se escapó o fue soltado.
Aunque solo se ha detectado la presencia de una sola ardilla, según los expertos consultados, si se suelta otro ejemplar de esta especie en la zona, existe la posibilidad de que se pueda reproducir y, dada su elevada capacidad reproductora, provocar una grave alteración en el ecosistema natural como ocurrió, a partir de los años 60 del pasado siglo, en Fuerteventura.
Un técnico de la Unidad de Medio Ambiente recordó que está prohibido por Ley tener ardillas y, por supuesto, liberarlas.
La consejera de Medio Ambiente del Cabildo, Nieves Rosa Arroyo, indicó a LA PALMA AHORA que “se trata de una especie invasora que no podemos dejar allí” ya que, subrayó, “si se multiplicara, sería un desastre” para el ecosistema endémico de la Isla. Dijo que “es un problema” toda vez que “mucha gente trae su mascota o sus plantas sin preguntar nada y, como realmente hay poco control a nivel de puertos y aeropuertos, pasan estas cosas”.
Apuntó que “nos alertaron” que había una ardilla suelta en Garafía y “estamos haciendo todo lo posible para cogerla” pues, sintetizó, “no podemos dejar que se reproduzca” en el medio ambiente. “Me preocupa que tengamos que vallar nuestra flora y nuestra fauna para que vivan las especies exóticas e invasoras”, subrayó.
El biólogo de la Unidad de Medio Ambiente del Cabildo , Félix Medina, en un artículo publicado por la revista Agropalca, señala que “los ecosistemas insulares como el nuestro poseen una particular y especial biodiversidad que se ve amenazada continuamente por la introducción, accidental o voluntaria, de especies exóticas invasoras que compiten con la flora y fauna nativa que los componen”.
En La Palma, detalla, “están o han estado presentes, al menos 40 especies terrestres (24 plantas, seis invertebrados, dos reptiles, tres aves y cinco mamíferos)”.
La normativa vigente, explica, “establece que las administraciones públicas tomarán las medidas necesarias para conservar la biodiversidad prohibiendo la introducción de estas especies exóticas de manera que puedan competir con las nativas y con los procesos ecológicos que sustentan”.
En Fuerteventura
La ardilla moruna (Atlantoxerus getulus) es de origen africano y está ampliamente distribuida por todos los hábitats de Fuerteventura, se recoge en el blog de naturaleza Andando por las Ramas.
Añade que “se supone que una pareja de ardillas morunas, adquiridas en Sidi Ifni como mascotas por un habitante de Fuerteventura, pudo ser el origen del desembarco de esta especie a la Isla, eso debió ocurrir allá por el año 1965, desde entonces esta especie no ha dejado de multiplicarse”.
Precisa que “el tamaño poblacional estimado en 1982, fue de 200.000 ardillas y, en el 2012” podían “vivir más de un millón de ardillas en Fuerteventura (según fuentes del Ministerio de Medio Ambiente)”. Se predice que “su número seguirá aumentando, ya que en esta Isla han encontrado un hábitat ideal para su desarrollo. Pocos son los depredadores que tienen en la Isla; solo el busardo ratonero, escasos cuervos y gatos domésticos tienen esta especie en su dieta”.