“En La Palma producimos primera calidad y eso hay que ponerlo en valor”
La Palma produce calidad y variedad. Quesos, vino, papas, mojos, ñame, aguacates, plátanos, mieles, sal, carnes, pescados, dulces… Los productos de sello palmero son verdaderas exquisiteces capaces de satisfacer los paladares más exigentes. Sin embargo, todavía no están suficientemente valorados por la población local, aunque sí en el exterior. “Los productos de La Palma son muy demandados y apreciados fuera de la Isla porque el consumidor sabe que aquí se miman y cuidan las producciones”, ha asegurado a este digital el consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de La Palma, Basilio Pérez, quien invita a consumir “productos de agricultores, ganaderos y pescadores de la Isla por frescura, calidad, cercanía, economía local, desarrollo rural e identidad de nuestro paisaje”. “Producimos primera calidad y eso hay que ponerlo en valor”, subraya.
La Palma tiene dos productos reconocidos, el queso y el vino, con la Denominación de Origen Protegida, el sello más importante a nivel europeo en materia alimentaria que garantiza el cumplimiento de unos requisitos superiores a los exigidos para el resto de producciones. Asimismo, el Gobierno de Canarias ha aprobado recientemente el uso del logotipo 100% Raza Autóctona para la carne de vacuno de raza palmera, el primero que se concede a una raza ganadera canaria.
Basilio Pérez recuerda que “consumir productos locales supone consumir productos de nuestro entorno, lo que se traduce en cercanía, frescura, casi kilómetro cero porque la distancia entre la zona de cultivo y la mesa es prácticamente inexistente, y un movimiento económico que conlleva el incremento de la empleabilidad en el sector”.
Pero a pesar de que los productos de La Palma todavía siguen estando más valorados fuera que dentro de la propia Isla, su demanda crece entre los consumidores palmeros. “Los mercadillos de los diferentes municipios están contribuyendo a incrementar el consumo de los productos locales, y también el sector de la restauración, que los está introduciendo en sus platos ante la demanda de los clientes, otorgándole prestigio a sus establecimientos”.
Los productores se están esforzando “por mejorar aún más sus producciones y presentar el producto de una forma más atractiva para el cliente”, dice el consejero, quien aconseja “leer siempre la etiqueta para conocer el origen de lo que compramos”.
