El más guapo de España se siente “un hombre objeto a medias”
Asegura que se siente “un hombre objeto a medias, en el sentido de que soy la imagen del certamen; porto una banda, pero no es mía”. Al joven Yovany Pérez Reyes, de 26 años, natural de Los Llanos de Aridane, el título de Míster España Universo, que ha logrado recientemente en Jaén, le ha costado “sacrificio, sudor y lágrimas”. Mide 1,87 de estatura y tiene un cuerpo escultural moldeado a base de gimnasio, dieta y vida sana. “Me cuido con la comida, me bronceo, no fumo, no bebo, entreno bien duro, me pongo delante del espejo para educar mis gestos y leo mucho”, ha explicado a LA PALMA AHORA. “Al Míster de se le exige de todo, también humildad y saber estar”, dice.
Yovany, el primer palmero que logra este título, representó a Canarias en el referido certamen nacional de belleza masculina, donde finalmente fue designado Míster España Universo. “Este concurso ha supuesto una recompensa después de los grandes esfuerzos que he tenido que hacer, y pensé que iba a sentirme realizado tras conseguir el título, pero no ha sido así, porque ahora tengo por delante el certamen internacional, que se celebrará en Punta Cana, en República Dominicana, el próximo mes de julio, y sé que tengo que esforzarme más aún, pero me siento capacitado”. “Es muy duro, pero si trabajas con ilusión y tesón se puede lograr todo en esta vida”, afirma.
Durante la gala de elección, celebrada en un teatro de la localidad jienense de Villanueva del Arzobispo, Yovany disfrutó muchísimo, pero antes de salir al escenario “sentía un montón de mariposas en mi estómago”.
El Míster España Universo 2015, que trabaja en una empresa de limpieza de cristales, quiere vivir de su imagen, pero es consciente de que “no puedo hacerlo durante mucho tiempo porque esto tiene fecha de caducidad, pero me encantaría entrar en el mundo de la interpretación, que todavía no he tocado, aunque me interesa mucho, y también en el de la pasarela o la fotografía de modelo, todo esto me atrae muchísimo”, reconoce.
En 2009, este joven aridanense se inició en el mundo de los concursos de belleza masculinos “y poco a poco me fue gustando, me di cuenta de que tenía bastantes posibilidades y fui creciendo como la espuma porque cada vez me veía mejor”. Ahora tiene por delante una importante meta en su carrera: competir con otros 70 cuerpos esculturales en Punta Cana, en la República Dominicana. Se va a dejar la piel por ser designado el hombre más bello del orbe.
