Torres advierte que Canarias no va a tolerar que los responsables de gestionar la crisis migratoria ''miren a otro lado''

''No voy a permitir que asumamos en soledad el fenómeno migratorio, ni vamos a tolerar que miren para otro lado quienes deben implicarse en la respuesta a esta crisis''. El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha centrado en la crisis migratoria buena parte de su primera intervención en el Debate sobre el Estado de la Nacionalidad. En su discurso, el socialista ha subrayado la responsabilidad de Europa sobre el fenómeno, porque lo que persigue la inmigración es ''el sueño europeo''.

Torres considera que su Gobierno debe reclamar a España que ''siga presionando'' por la solidaridad entre los Estados miembros de la Unión Europea para acoger a aquellas personas que no puedan ser deportadas por su perfil de vulnerabilidad.

Los mismos errores

Los migrantes que han llegado a Canarias en el último año y medio están distribuidos en seis campamentos de emergencia instalados por el Ministerio de Migraciones. El presidente regional ha apelado a la importancia de la ''acogida digna'' y lamenta que tras la crisis de los cayucos de 2006 se hayan desmantelado todos los recursos que se instalaron.

Según Torres, levantar estos establecimientos ha permitido que se produzcan estampas como la del hacinamiento de miles de personas en el muelle de Arguineguín, al sur de Gran Canaria. ''¿No son quince años tiempo suficiente para no cometer los mismos errores?“, cuestionó.

Más de 2.600 menores

El presidente autonómico ha apuntado que una de las principales diferencias entre la crisis de los cayucos de 2006 y la actual es el aumento en las llegadas en pateras y cayucos de niños, niñas y mujeres. En 2006 llegaron a las islas 500 menores. En la actualidad, la Consejería de Derechos Sociales, autoridad competente sobre los menores extranjeros no acompañados, acoge a más de 2.600 niños y niñas.

Ante la falta de establecimientos suficientes para la acogida de menores, Canarias blindó el uso de complejos turísticos cerrados por la pandemia con este fin. Una decisión aplaudida por Torres, que ha condenado los mensajes de odio de quienes rechazaban el uso de hoteles con fines humanitarios. También ha condenado el fanatismo y el racismo, así como los bulos que alimentan la xenofobia. ''Espero que en eso no haya ni una sola fisura en este Parlamento'', advirtió.

Además, ha recordado en su intervención la muerte de la niña maliense de dos años que llegó hace una semana al muelle de Arguineguín con una parada cardiorrespiratoria e hipotermia. ''Debe hacernos remover las conciencias como sociedad'', concluyo.