Espacio de opinión de Canarias Ahora
Mi amigo Mamé León
Me hice amigo de José Manuel León Talavera mucho antes de debutar en la Unión Deportiva Las Palmas. La abuela de mi mujer, Pepa Pérez, era la concesionaria de la telefónica de Tafira a donde iba Pepa, especialmente en verano, y Mamé formaba parte de la pandilla que, entre otras cosas, se dedicaban a coger moras que proliferaban por la zona. Además, su casa estaba prácticamente al lado de la telefónica, de ahí que cuando iba por Tafira nos veíamos muchas veces. Coincidimos además como rivales futbolísticos, él en el Juvenil Las Palmas, yo en el Juvenil Sporting San José, con Cristóbal Correa, Rafael Herrera, Kiko Egea y otros compañeros sportinguistas. Mamé siempre tuvo un agudo sentido del humor, y cuando ya empecé a escribir en el Diario de Las Palmas siempre me decía “eras un tronco como futbolista, menos mal que como periodista vas aprendiendo algo”. Entre otros recuerdos me viene a la memoria la llegada de la selección juvenil campeona de España en 1962, y fui a Gando a recibirles acompañando a Luis García Jiménez y al fotógrafo Hernández Gil. Era tal la algarabía de gente que no pude ni abrazarle, pero lo vi en Tafira a los pocos días y me contó con todo detalle la gesta de Murcia. “Germán estuvo sensacional, maravilló al público de La Condomina”, me decía.
En una ocasión tras un partido, creo que en Sevilla, una mañana estábamos en el bar Viena, en el Estadio Insular, tomando un café y llegó su esposa, Mayole Torrent, en paz descanse. Le había hecho una crítica un poco dura a Mamé, que no estuvo bien en ese encuentro contra el Sevilla, y Mayole, que tenía su carácter, me puso a parir: “Feluco, creo que te pasaste en tu análisis sobre cómo jugó Mamé, eso no se le hace a un amigo”. Mamé, que contempló la filípica calladito, va y dice al final: “Mayole, si Feluco no me critica la gente puede pensar dos cosas, o que le pago para que escriba siempre bien de mí, o que somos maricones”. Genial. En otra ocasión, creo que Segundo Almeida no se molestará por contarlo, fue en Valencia cuando le gastó una broma a Segundo, que iba a retransmitir el partido. Mamé se hizo pasar por un colega valenciano y le hizo una entrevista a Segundo, grabándola en su magnetofón, y luego se la puso para que la escuchara entre grandes risas de los jugadores.
A mí me la jugó en una ocasión creo que en Barcelona. Llegué al hotel después de dar un paseo y me dijo: “Te llamó Lemus, que le llames urgente”. Llamé a Lemus, y me dijo: “Yo no te llamado, qué pasa”. Mamé estaba muerto de risa al otro lado de la cabina telefónica del hotel. Pasaron los años y una vez me comentó: “Creo que hiciste bien en abandonar el fútbol y dedicarte al periodismo”. Hace cosa de un año, en el Estadio Gran Canaria, estuvimos en el descanso del partido charlando un buen rato. Hicimos un repaso de muchas cosas, y también de nuestras vivencias de Tafira, de la telefónica, y me dio recuerdos para mi mujer. Ya ven, no he escrito apenas nada de León como futbolista, ya lo han hecho otros compañeros. Descanse en paz el amigo Mamé.
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