“Paciencia y diálogo”, “reducir el aparato de la administración”... Los consejos de dos expresidentes a Asier Antona

Asier Antona, con Alfonso Soriano y Fernando Fernández.

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

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Armarse de paciencia, potenciar el diálogo para superar las dificultades “del tripartito, cuatripartito o pentapartito que vamos a padecer” o “profesionalizar la administración” y “reducir el aparato público” para evitar el enchufismo y la corrupción. Son alguno de los consejos que han lanzado el el primer presidente de la Junta Pre-autonómica de Canarias, Alfonso Soriano, y el expresidente del Gobierno regional y ex eurodiputado Fernando Fernández al candidato del Partido Popular (PP) a la Presidencia, Asier Antona.

El líder de los populares ha publicado en sus redes sociales una serie de “conversaciones entre presidentes” en los que escucha las opiniones de los expresidentes sobre la situación política de las Islas, la Educación, la Sanidad, el funcionamiento de la Administración de la Comunidad Autónoma o las desigualdades sociales.

Así, Fernández recomienda a Antona, por quien dice profesar un gran respeto personal y político, que no cambie en caso de ser elegido presidente y que siga siendo “accesible”. El ex eurodiputado le advierte de la dificultad de gobernar en las Islas,“donde lo que es negro en Tenerife es blanco en Las Palmas”, máxime tras una reforma electoral que, en su opinión, va a generar “confrontaciones” con las islas menores. El presidente del Gobierno de Canarias entre 1987 y 1989 recordó además que el fue “pionero en padecer a ATI (la Agrupación Tinerfeña Independiente), ya que durante esa época ”empezó a ser desleal y traidora“.

Soriano por su parte, considera que el gran problema de Canarias es la Educación. “Aquí la gente no está preparada, hay puestos vacantes en el sur de Tenerife y no hay candidatos”, le dice a Antona el primer presidente de la Junta Pre-autonómica de Canarias, quien critica también la “politización” de la Sanidad, pese a contar con “los mejores profesionales”. Soriano no entiende cómo el gerente de un hospital público es elegido por un partido político.

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