La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública recuerda que la nueva directora del SCS también participó en el expediente del caso Mascarillas
La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias (ADSPC) ha querido recordar este lunes, 14 de noviembre, que la nueva directora del Servicio Canario de Salud (SCS), Elizabeth Hernández, también ha estado “implicada” en el caso Mascarillas, ya que como directora general de Programas Asistenciales “realizó informes para justificar la compra de las mascarillas a RR7 United Limited SL”.
Este colectivo ha señalado en una nota que, tras el cese en marzo de 2020 de la consejera de Sanidad Teresa Cruz, se inició la restitución de la administración pública sanitaria canaria a sus históricos “dueños”. “El empresariado del sector privado que tanto mediante CC, el PP o el PSOE, la ha controlado en su propio beneficio”, afirma la Asociación.
En septiembre de 2020, apuntan, con la reincorporación de Conrado Domínguez a la dirección del SCS se culminó el proceso para reincorporar a todo el equipo que ha gestionado la sanidad pública en las “décadas prodigiosas” de Coalición Canaria como protagonista principal. En su opinión, “la vuelta de Conrado perseguía en primera instancia desbrozar el camino que el anterior director del Servicio Canario de Salud, Alberto Pazos, no avalaba por estar lleno de las irregularidades, que ahora investiga la Justicia, detectadas respecto a determinados gastos en la gestión derivada de la pandemia que a su vez protagonizaba el propio Conrado Domínguez como muñidor del Comité de Gestión de Emergencias Sanitarias de Canarias para la COVID 19”.
Así, el colectivo señala que se precisaba de alguien que, también desde la dirección del SCS, “se atreviera con todo, sin reparar en la honestidad y ética en la administración pública”.
Ahora, con Elizabeth Hernández y otros cargos nombrados el mismo día que ella, detalla la Asociación, “continúa el equipo del consejero Baltar” pues Rita Tristancho, “que estaba de coordinadora de Calidad e Innovación con Conrado Domínguez, pasa a ocupar el cargo que anteriormente ostentaba Hernández en la Dirección de Programas”. “Otro dato revelador”, prosiguen, “lo constituye que el cónyuge de Tristancho es el jefe de conciertos del SCS”.
Para la Asociación “también es motivo de escándalo la permanencia del propio Conrado Domínguez en un puesto de responsabilidad dentro del SCS”, pues a pesar de su destitución o cese como director habría pasado a coordinar Calidad e Innovación (el puesto anterior de Tristancho): “Esto sería una triangulación de los roles donde cambia el orden de los factores para obtener el mismo producto”.
La ADSPC señala también que el consejero de Sanidad, Blas Trujillo, y todo el Gobierno de Canarias “siguen bailando al son que les marca la patronal del sector sanitario privado, sin importarles el daño irreparable que están causando”. “¿Sus señorías son tontos, tienen algo que ocultar o es que han perdido los papeles y están tan nerviosos que no saben por dónde salir?”, se pregunta.
Por ello, señala que “no queda otra que solicitarles la dimisión” y “continuar sin desmayo la lucha” por la salud y la sanidad pública de Canarias incluyendo “la conquista de una democracia real”.
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