El tripartito resiste la campaña contra el carril bici y amplía su mayoría en Las Palmas de Gran Canaria

Augusto Hidalgo celebra la victoria electoral del 26M. (EFE)

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

El tripartito progresista que ha gobernado Las Palmas de Gran Canaria los últimos cuatro años está en condiciones de reeditar el pacto con una mayoría aún más amplía que la cosechada en 2015 gracias al ascenso del PSOE, que supera al PP como primera fuerza y se queda con once concejales, tres más de los que obtuvo en 2015, y de Nueva Canarias (NC), que supera en la capital su decepción de las elecciones generales y aumenta de dos a tres ediles su representación en las Casas Consistoriales. Unidas Podemos es la cruz. La coalición entre Podemos, IU y Equo sufre un importante varapalo y pierde la mitad de los concejales que logró el partido instrumental Las Palmas de Gran Canaria Puede en los anteriores comicios municipales. Sus tres concejales serán suficientes, en cualquier caso, para mantener en la Alcaldía al socialista Augusto Hidalgo. 

En una campaña marcada por el ruido en torno a la movilidad en la capital, la polémica de los carriles bici y la metroguagua no ha pasado factura ni a los socialistas, subidos a la ola triunfal en todo el territorio nacional, ni a NC, el partido que ostenta las competencias en la materia. La lista encabezada por Augusto Hidalgo ha sido respaldada por cerca del 32% de los votantes, lo que le ha permitido distanciarse en casi diez puntos de la segunda fuerza, el PP.

A pesar de que la abstención ha sido superior en estos comicios y del desgaste que ha supuesto en un sector de la población su decidida apuesta por la movilidad sostenible en plena campaña electoral, NC no solo resiste, sino que incluso sube en votos (de 12.600 a 14.440) y en escaños (de dos a tres). 

El peor parado de entre las fuerzas progresistas que han conformado el gobierno de Las Palmas de Gran Canaria durante los últimos cuatro años ha sido, este 26 de mayo, Unidas Podemos. Las Palmas de Gran Canaria se había convertido en un bastión para la formación morada, llegando a erigirse en los últimos años en una de las capitales españolas donde el partido obtenía sus mejores resultados. En esta cita, sin embargo, la caída generalizada de Unidas Podemos en toda Canarias ha sido especialmente dura en Las Palmas de Gran Canaria, con una pérdida de seis puntos, 12.000 votos y tres de los seis concejales que obtuvo cuando se presentó con el partido instrumental Las Palmas de Gran Canaria Puede. 

En el lado contrario, los detractores de la política de movilidad del tripartito se han quedado lejos de disponer de la más mínima opción para desbancar al tripartito. El Partido Popular (PP), que prometió “pintar de negro” los carriles bici, sufre un auténtico descalabro. Con Josefa Luzardo como candidata improvisada tras la renuncia, por desavenencias en la confección de la lista, de la gran apuesta del partido para la capital, María Salud Gil, ex presidenta de la patronal de la construcción, los populares han perdido 15.000 votos. En apenas dos mandatos ha pasado de la mayoría absoluta en la época de Juan José Cardona a segunda fuerza a cuatro concejales del PSOE. 

Tampoco han servido a Juntos por Gran Canaria, la alianza entre CC y Unidos por Gran Canaria, las excentricidades de su candidata, Nardy Barrios. La veterana política ha protagonizado una peculiar campaña en la que lo mismo contaba el ancho del carril bici del Paseo de Chil que se lanzaba en parapente para tratar de demostrar que Las Palmas de Gran Canaria es “una ciudad de altura”. ¿El resultado? Menos votos de los que obtuvieron por separado en las elecciones de 2015 y los mismos concejales que logró Unidos en esa cita: dos. 

Más positivos han sido los resultados para Ciudadanos. La formación naranja, que también se ha significado en contra de la política de movilidad del tripartito, con especial reticencia al proyecto de la Metroguagua, ha sumado cerca de 1.500 votos a la cifra lograda en 2015, un aumento que le permite obtener tres concejales, uno más que hace cuatro años, e, incluso, acariciar la cuarta plaza, a una decena de votos de NC.

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