La reinvención del PIL o cuando “el pasado no puede lastrar el futuro”
Veintiséis años después de su fundación, el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) vive este mes su congreso más trascendental. De su noveno cónclave saldrá una nueva dirección que se enfrenta al reto de recuperar el terreno perdido en las últimas citas electorales: de 10.000 a 3.000 votos desde 2007 a esta parte. El riesgo que asumen, en caso de fracaso, es el de certificar la defunción del proyecto político que más poder ha atesorado en la Isla en el último cuarto de siglo.
La primera diferencia entre el congreso constituyente del PIL, en diciembre de 1990, y el que se celebra ahora, es que en aquel entonces se aclamó a Dimas Martín como presidente –que luego iría encadenando condenas judiciales y que todavía tiene pendientes peticiones de 17 años de cárcel por la Fiscalía por el cobro de comisiones ilegales en el caso Unión y en la actualidad está fuera de la organización y ha perdido toda influencia sobre el partido. José Dimas Martín ha sido expulsado del PIL y se niega a entregar el acta de concejal de Teguise, y Fabián Martín está desaparecido desde que dimitió de presidente en junio del año pasado. Por primera vez, ningún Martín ni Docal participará en el congreso.
“El pasado no puede lastrar el futuro, y las situaciones personales tampoco pueden hipotecar ni condicionar a los que quieren aportar para que Lanzarote cuente con una fuerza política insular”, señala Ramón Bermúdez, a quien le ha tocado pilotar la maltrecha nave del PIL en la última etapa y que tiene muchas papeletas para seguir al frente. Bermúdez apuesta por la incorporación de “gente joven” y de “caras nuevas”, destaca que “nadie es imprescindible” en política y resalta que “no es de los que sale corriendo ni tira la toalla”.
Al congreso, que se celebra el 3 de diciembre en el Hotel Las Costas de Puerto del Carmen, se llega tras un proceso de elección de 122 compromisarios (27 de Arrecife, 20 de San Bartolomé, los mismos que de Teguise, 17 de Haría, 16 de Tías, 15 de Yaiza y siete de Tinajo), tras una previa revisión del censo de afiliados, que no se cotejaba desde hacía años. A la cita, que en el partido admiten que se ha demorado más de lo previsto, se llega con una situación económica delicada. De hecho, varios militantes han tenido que aportar recursos de forma voluntaria para que se pueda organizar el congreso. Entre 2011 y 2015 el PIL contó con un diputado autonómico, Fabián Martín, y al partido le correspondían unos 100.000 euros al año de subvenciones del Parlamento. A Martín se le ha “requerido” para que dé cuenta de las finanzas del partido en su etapa en la presidencia, por ahora sin éxito.
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