Los vecinos, contra la privatización del Insular
Se sienten ignorados y engañados. Declarados “sufridores” de una parcela, la del antiguo Estadio Insular, que suma casi una década de abandono, los vecinos de Alcaravaneras y Ciudad Jardín rechazan frontalmente el proyecto que pretende acometer en el mítico recinto la empresa Borjana SL, cuyo estudio de viabilidad para la reconversión del solar en un parque deportivo, lúdico y comercial ya ha recibido el visto bueno del Cabildo de Gran Canaria.
“Nadie ha tenido la cortesía de preguntarnos qué nos parece el proyecto o qué queremos para ese espacio”, dice Mario Hernández Sanginés, presidente de la Plataforma en Defensa del Parque Insular, constituida tras la unión de los representantes vecinales de los barrios entre los que se encuentra el que fuera santuario de los aficionados de la UD Las Palmas.
La plataforma, que ha conseguido reunir cerca de 2.000 firmas en contra de esta iniciativa privada, rechaza la privatización del Insular y reclama que se retome el proyecto ganador del concurso internacional de ideas no vinculante que convocó la anterior corporación insular y que la actual ha desechado por considerarlo inviable económicamente. Hernández Sanginés recuerda que la propuesta ganadora, de los arquitectos Joaquín Casariego y Elsa Guerra, fue consensuada por las distintas fuerzas políticas y colectivos vecinales y que preveía la posibilidad de desarrollarla en distintas fases, lo que, a su juicio, favorecía su financiación.
''No podemos estar conformes con que una empresa privada especule en unos terrenos en los que estaba prevista una zona verde de uso público“, destaca el representante vecinal, para quien el procedimiento elegido por la institución insular, un concurso público en base al proyecto presentado por Borjana, es, ”si no ilegal, por lo menos muy irregular“.
Una de las dudas que plantean los vecinos con respecto a la propuesta de la empresa del intermediario Rafael González Bravo de Laguna es su encaje en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que fue aprobado el pasado mes de noviembre y que determina que en el interior de la parcela debe haber un 50% de superficie arbolada y ajardinada.
El proyecto de Borjana no concreta los metros cuadrados destinados a la zona verde, pero asegura que cumple lo previsto en el PGO pese a que incluye un campo de fútbol 7 y ocho canchas de pádel junto a un corredor con una superficie ajardinada en la zona sur y un mariposario. ''En Las Palmas de Gran Canaria parece que hay aversión a los espacios verdes, todas las grandes ciudades tienen un gran parque, un pulmón, y ahora que tienen la oportunidad vuelven a poner cemento. Todo es cemento, odian lo verde“, asevera Isabel Torón, vicepresidenta de la plataforma.
Para Hernández Sanginés, una de las grandes ventajas que tenía la propuesta de Casariego y Guerra, además de la gran superficie arbolada que evitaría “un componente grande de contaminación”, era la conexión entre la parte alta de la ciudad y la baja a través de una bajada en forma de “serpentín”. “Se habría podido acceder desde Escaleritas hasta la playa de Alcaravaneras sin problemas de tráfico”, subraya.
''Los aparcamientos son caros y la gente huye“
Los vecinos también cuestionan las previsiones económicas que ha plasmado la promotora en su estudio de viabilidad. “Tal y como están las cosas, la gente no está dispuesta a gastarse el dinero en un aparcamiento. Son muy caros y la gente huye. Además, acaban de poner las zonas verde y azul”, apunta Hernández Sanginés. ''Ni el espacio de las mariposas va a ser gratis“, añade Torón.
Con respecto a la superficie comercial, Borjana sostiene que el proyecto de Nuevo Estadio Insular subsanaría “las carencias históricas de servicios y suministros” en la zona de Ciudad Jardín. Para los representantes vecinales, en cambio, la implantación de un gran centro comercial conllevaría la desaparición de un buen número de pequeños establecimientos en los dos barrios.
Por otra parte, la plataforma muestra su preocupación por la posibilidad de que en la parcela se celebren conciertos y otros eventos. “Hemos sufrido las aglomeraciones y los ruidos desde antes de que la UD Las Palmas se fuera al Estadio de Gran Canaria. No estamos de acuerdo con el auditorio de 7.000 u 8.000 personas que proyecta esta empresa, porque además podría provocar colapsos a la hora de evacuar el recinto”, señala Hernández Sanginés.
Los vecinos ya han trasladado a los grupos de la oposición en el Cabildo de Gran Canaria su oposición a la propuesta de Borjana y estudian la posibilidad de presentar alegaciones al proyecto, que actualmente se encuentra en fase de información pública. ''No sé si tendremos que llegar a adoptar medidas jurídicas, pero seguiremos luchando para que el parque sea de uso público, porque se han sacado esta iniciativa de la manga y no ha habido consenso“, concluye.