La portada de mañana
Acceder
El ataque limitado de Israel a Irán rebaja el temor a una guerra total en Oriente Medio
El voto en Euskadi, municipio a municipio, desde 1980
Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Baterías y coches eléctricos, alternativas a la central hidroeléctrica de Chira-Soria, la mayor obra de ingeniería civil de España

Vista aérea de la presa de Chira.

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

Las baterías y los coches eléctricos son dos posibles alternativas, además complementarias, a la central hidroeléctrica reversible de las presas de Chira y Soria, el faraónico proyecto adaptado por Red Eléctrica Española (REE) para almacenar energía en la isla de Gran Canaria. Se trata de la obra de ingeniería civil más compleja que se realizará en España en los próximos años, según definió Daniel Pérez, director de Infraestructuras Turísticas de la compañía en el Archipiélago en el documental Gran Canaria, revolución renovable.

En Gran Canaria, una isla con más de 800.000 habitantes, existen unos 430.000 turismos en circulación, según el Instituto Canario de Estadística (ISTAC). “Si 50.000 fuesen eléctricos”, con baterías que se puedan cargar y descargar para utilizar la energía que tengan almacenada en los hogares, “casi se triplicaría la potencia de Chira-Soria”, explica el catedrático en Ingeniería Mecánica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) Roque Calero.

En la actualidad ya hay empresas automovilísticas que venden vehículos con ‘packs’, es decir, con un cargador y paneles solares instalados en la vivienda, además de una batería doméstica. “Se trata de cargar la batería del coche con fotovoltaica o eólica y utilizarla para circular o alimentar la energía del hogar. Y en este caso no hace falta una red amplia”, añade Calero.

El naturalista y especialista en cambio climático Ezequiel Navío expone que en Alemania ya existen 100.000 hogares que se abastecen con baterías alimentadas con energía solar. Sin embargo, en el país teutón el gobierno fomenta y financia parte de la instalación de unos sistemas de almacenamiento aún muy costosos, mientras que en España hasta hace unos meses existía el denominado impuesto al sol, que gravaba este tipo de instalaciones.

“Ahora mismo, lo que existe son las baterías de acumulación, que las hay de dos tipos. Las de ion de litio se usan en los coches o móviles y existen en centrales muy grandes como la de Tesla (más de 100 megavatios), pero no se pueden recuperar. Por otro lado, están las de flujo, que prácticamente no contaminan nada, pero no están muy extendidas. Tienen dos depósitos con dos productos que, al trasvasarlos de uno a otro, generan electricidad y no se agotan. Pero aún no están comercializadas a gran nivel”, relata Calero.

Reducir la dependencia energética

El catedrático de la ULPGC matiza que la central de Chira-Soria es positiva porque “mejora la penetración de renovables entre un 7 y un 10%” en una Isla que, como todo el Archipiélago, tiene una alta dependencia de las energías fósiles a pesar de su potencial para generar energías limpias, con sol durante casi todo el año, viento y mar.

“La historia energética de Canarias es la historia de la dependencia energética. Comenzamos con una dependencia energética de cero, solamente utilizábamos recursos endógenos y llegamos al año 2010, cuando el 98% de los recursos que utilizamos son derivados del petróleo”, explica la doctora e Ingeniera Industrial de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Julieta Schallenber en el documental Gran Canaria revolución renovable.

Sin embargo, Calero se pregunta si la central Chira-Soria es necesaria tal y como está planteada. “Hay pequeñas incertidumbres que es necesario aclarar”, afirma el catedrático, al tiempo que recuerda que ya se han producido “críticas por parte de los ecologistas que no solo inciden en el impacto medioambiental, sino también en su viabilidad económica”.

El proyecto de Red Eléctrica Española de Chira-Soria, que se encuentra en la fase de exposición pública hasta el 10 de mayo, ha suscitado las críticas del colectivo ecologista Ben Magec, cuyo portavoz, Eugenio Reyes, considera que presenta numerosas deficiencias y es mejorable. La reforma sobre la obra inicial que planteaba Endesa cuando ganó el concurso de adjudicación al ser la única empresa que se presentó en 2011 incluye un aumento presupuestario hasta los 391 millones de euros debido a cambios sobre todo respecto a la ubicación de los elementos en la geografía isleña.

Potencia de 200 megavatios

Se trata de una pila o batería de almacenamiento de energía que generará la misma central a través del agua y el viento. La caída del agua desde la presa superior (Chira) a la inferior (Soria) accionará las turbinas, con una potencia de 200 megavatios, que producirá energía y esta se distribuirá a las centrales de REE gracias al tendido eléctrico. Para que esto suceda, el embalse de Chira debe estar abastecido y, para ello, el sistema bombeará el agua a través de la electricidad sobrante de los aerogeneradores. Esto permitirá reducir la dependencia de los combustibles fósiles, mayor eficiencia del sistema eléctrico y que haya energía disponible en los periodos en los que la demanda es mayor.

La obra ocupará tres municipios de Gran Canaria (Tejeda, San Bartolomé de Tirajana y Mogán) y constará de seis turbinas, tres más del proyecto planteado en 2011, cuya ubicación será subterránea. Y es que, bajo tierra, a unos 400 metros de profundidad que es necesario horadar, se ubicarán los grupos de generación y de bombeo, es decir, la propia central. Los trabajadores podrán acceder a las instalaciones a través de un túnel de casi de tres kilómetros de longitud.

Las dimensiones de la obra bajo tierra son tales que ese espacio podría albergar la Catedral de Santa Ana (40 metros de altura) de la capital grancanaria y ya se plantea incluso establecer visitas turísticas a la zona.

Además, este proyecto también contempla la construcción de una desaladora en Arguineguín (Mogán) junto a la playa, para garantizar que siempre haya agua en las presas. Para elevarla, se construirá una conducción de tuberías con dos estaciones de bombeo, de 19,5 kilómetros de extensión. REE estima que se generarán 500 puestos de trabajo directos y 1.500 empleos indirectos para llevar a cabo una obra que tiene un plazo de ejecución de 65 meses.

Replantear el proyecto

Para Ben Magec, Chira-Soria podría ser más que una batería de energía: “Es una gran reserva de agua y permitiría recuperar bosques, como en la zona de Amurga, puesto que disponer de agua a esa altura cambia la perspectiva de la isla en cuanto a economía o recursos. Sin embargo, el proyecto no recoge este aspecto”.

En cuanto al trazado de la línea eléctrica de alta tensión para evacuar la energía que genere la central, que ha suscitado un debate sobre si debería ubicarse en la superficie o soterrarse para no afectar al paisaje, Eugenio Reyes considera que, de hacerse al aire libre, sería “un desastre” y, además, “la ley lo prohíbe”. Sin embargo, REE ha explicado que enterrar el tendido eléctrico tendría un impacto medioambiental mayor y afectaría a un escarabajo endémico de Canarias.

También critica el rebombeo de agua que se hace hacia arriba: “Se lleva a cabo carretera arriba, bajo la propia vía que sube a Soria. Si un día hay un escape, los coches salen volando, porque introducir esa presión de agua bajo el asfalto es brutal”. Por último, Reyes incide en la “contaminación lumínica” que se produciría sobre una zona, la cuenca del sureste de Gran Canaria, “que tiene cielos únicos en Europa”.

El catedrático de la ULPGC se pregunta si es posible replantearse el gran tamaño de la central de Chira-Soria al mismo tiempo que aconseja realizar un estudio para averiguar si es conveniente centrarse solamente en esa construcción o si existen otras fuentes de energías limpias para el mismo fin: la penetración de renovables en la Isla.

“Las baterías permiten una penetración de renovables del 11% y son más flexibles. En Chira-Soria son grupos de 25 megavatios. Si tienes grupos funcionando y el viento sube, hay que esperar a que dé 25 megavatios más para arrancar la segunda bomba. Mientras que en la batería no son saltos, es un continuo, cada poquito más de viento entra en la batería. Y el rendimiento energético es mucho mayor. El punto negativo es que cada cierto tiempo hay que reponerlas y es más caro, aunque están bajando de precio; es algo que puede cambiar con bastante rapidez. En cualquier caso, aún hay tiempo, no se va la luz mañana si no se construye Chira-Soria”, concluye Calero.

Etiquetas
stats