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Absueltos los acusados por el crimen del taxista

El Jurado que deliberaba sobre el asesinato del taxista Antonio Hernández en la capital grancanaria, ha absuelto por unanimidad a los principales acusados, Roberto Carlos Jurado Almeida y Jauad Soussy, al entender que ha habido falta de pruebas que los impliquen en los hechos denunciados.

Las abogadas defensoras, sin poder ocultar su alegría, se han mostrado satisfechas por un veredicto que no se esperaban fuera tan contundente (todos los puntos fueron aprobados por unanimidad) ya que creen que “estaban condenados en la calle”. Además de la falta de pruebas piensan que ha quedado en evidencia la “muy mala” investigación judicial.

“Veníamos un poco asustadas, en la calle estaban condenados, entraron condenados y han salido por la puerta grande por la falta de pruebas, por la muy mala investigación judicial, el Jurado ha sabido valorarlo y lo ha valorado en consecuencia, todos los puntos han sido por unanimidad”, comentó María Rosa Díaz-Beltrán, abogada de Jauad, apoyada por Idoia Mendizábal, abogada de Roberto Carlos.

La sentencia del magistrado pues, no puede ser otra que la absolutoria, lo que implica que, en el caso de Jauad, quede en libertad ya que ésta era la razón por la que se encontraba en prisión, aunque hay que recordar que se encontraba en un proceso de deportación al permanecer en España de forma irregular, mientras que Roberto Carlos deberá pasar en prisión sólo el tiempo que le resta de otras condenas menores.

Unanimidad

De forma inusitada, dado lo intrincado de los hechos sobre los que se deliberaban, el Jurado ha coincidido en todos los puntos sobre los que se ha pronunciado. Así, consideran probado que “alguien” asesinó al taxista Antonio Hernández el pasado martes de abril de 2002, pero la falta de pruebas (como la no aparición del arma homicida) la inconsistencia de muchas otras e incluso las contradicciones en las declaraciones de los testigos han hecho que el Jurado se haya visto en la obligación de absolver a los principales acusados.

El Jurado cree que la ligereza de las pruebas se constata desde el principio, por la falta de testigos oculares que los situasen claramente en el lugar del crimen (en este caso el taxi y el lugar desde el que presuntamente lo tomaron), o la inconsistencia de las declaraciones de muchos otros, como el reconocimiento por parte de la responsable de la centralita de taxis de la voz de Roberto Carlos “tres años después” de lo ocurrido y además con no total fiabilidad.

Otra de las pruebas, a raíz de las declaraciones de los testigos, que se han considerado inconsistentes ha sido el hecho de que vieran a Jauad degollar con sus propias manos una cabra por el rito musulmán, lo que según el Jurado “no implica que sea un asesino”.

El Jurado considera asimismo que a la luz de las pruebas forenses Antonio Hernández fue robado, asesinado, se defendió de sus opresores, aunque no que le superaran en número y que no poseía armas pero que, a pesar de todo ello, “en ningún caso” se puede culpar a Roberto Carlos y Jauad de los hechos por la flagrante falta de pruebas al respecto.

Contradicciones

Ya la segunda jornada del juicio por el 'crimen del taxista' estuvo enturbiada por las contradicciones de los testigos, familiares de los acusados y los olvidos de los declarantes que llevaron a la detención de los tres imputados. Los testigos que se vieron implicados en el descubrimiento del cuerpo, el taxi abandonado o las últimas horas de Hernández, no coincidieron en la descripción del principal sospecho y supuesto conductor, Roberto Carlos Jurado. Algunos testigos le describieron con el cabello largo, otros con el pelo corto, unos moreno y otros aseguraron que tenía mechas rubias, como lucía Jurado en el momento del crimen.

Cabe recordar que a uno de los acusados, Ángel Yeray Santana, le fueron retirados los cargos por falta de pruebas apenas a dos días de que se leyese el veredicto.

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