Feijóo reta a Abascal para asegurarse su apoyo ante el ciclo electoral

En la dirección nacional del PP no dan crédito a lo que está ocurriendo tras las elecciones en Extremadura del 21 de diciembre. Pese a su destacado triunfo y al desplome del PSOE, María Guardiola no tiene garantizados los apoyos a su investidura. Solo necesita de la abstención de Vox, pero el partido de extrema derecha hace unos cálculos diferentes con la mirada puesta en los próximos comicios de Aragón, Castilla y León y Andalucía. Alberto Núñez Feijóo teme que pueda producirse una repetición electoral, y señala ya como culpable al líder de Vox, Santiago Abascal.

Feijóo y Abascal no han mantenido comunicación directa desde hace casi dos meses. Ambos hablaron a principios de noviembre para pactar el apoyo de Vox a la investidura de Juan Francisco Pérez Llorca en la Comunidad Valenciana y en sustitución de Carlos Mazón. Nada desde entonces. Tampoco desde que se cerraron las urnas en Extremadura. “Todavía no”, reveló este lunes el líder del PP tras ser preguntado expresamente si ha hablado con Abascal sobre la situación en Extremadura. “Creo que hay que aposentar, dejar que cristalicen los resultados, que sedimenten los votos y que cada uno sepa cuál es su situación”, añadió.

Feijóo cree que Guardiola está ahora en mejor situación negociadora que en 2023. Entonces, el PP perdió las elecciones contra el PSOE por un puñado de votos. El empate a escaños lo zanjó Vox, que apoyó a la candidata del PP. Pero no fue gratis. Guardiola había rechazado muy tajante un Gobierno de coalición, pero la amenaza de Voz y un viaje a Madrid le hicieron cambiar de opinión. Ella lo justificó entonces en que “el objetivo” era “llevar a Feijóo a la Moncloa”. Un objetivo que sigue vigente, ya que el líder del PP fracasó aquel mismo año en su asalto al poder. Y dos años y medio después, la presidenta extremeña vuelve a enfrentarse al mismo problema. 

El PP adelantó las elecciones para romper el “bloqueo” político al que, dijo, le sometía Vox por no aprobar sus Presupuestos. Siete millones de euros después, Guardiola apenas tiene un escaño más y menos voto popular que en 2023, mientras Vox ha duplicado su representación. La consecuencia es que Guardiola se ha abierto ahora a estudiar el documento con más de 200 medidas que puso Vox como exigencia para negociar los presupuestos. La presidenta las rechazó, lo que abrió el proceso electoral. Ahora es el punto de partida de las conversaciones que ya se han abierto. 

“Partidos que no son respetuosos con la gente”

Después llegará otra negociación, la presupuestaria. Y Abascal ya avisó en la apertura de la campaña de que podría exigir la marcha de Guardiola para avenirse a un pacto.

Aun así, Feijóo defiende que Guardiola está en mejor situación negociadora que hace dos años. “No vengo yo a decir que no tengamos una dependencia, porque no tenemos mayoría absoluta”, concedió este lunes en la rueda de prensa de cierre de 2025. “Pero la dependencia ha bajado sustancialmente”, añadió. “No es lo mismo tener el 'sí' que tener la abstención. El hecho de que el PP tenga más votos que toda la izquierda junta acredita que es menos dependiente que hace dos años”, remachó.

Con todo, Feijóo ya se barrunta una posible repetición electoral. Preguntado sobre un hipotético desencuentro con Vox, el líder del PP aseguró que “una repetición electoral sería responsabilidad de aquellos partidos que no garantizan a la gente los resultados, que no son respetuosos con la gente y que se miran el ombligo de sus intereses partidarios”. 

Las negociaciones en Extremadura se pueden extender legalmente hasta el próximo mes de febrero. Se juntarán así con la precampaña o la campaña en Aragón, que está llamada a las urnas el 8 de ese mismo mes. Los motivos que llevaron a Jorge Azcón a disolver las Cortes aragonesas fueron los mismos esgrimidos por Guardiola. Y todo apunta a que puede encontrarse con una situación similar: una caída del PSOE y un ascenso de Vox que volverá a hacer imprescindible su apoyo para una investidura.

Azcón ya asume ese escenario en público. Este lunes, en una entrevista en El Mundo, aseguró que solo aceptará un acuerdo de investidura que lleve aparejado un acuerdo presupuestario: “Es una línea roja que yo pongo encima de la mesa. Sin una cosa no habrá la otra”.

Las negociaciones en Aragón se solaparán con los siguientes comicios previstos: los de Castilla y León. Alfonso Fernández Mañueco convocará para el próximo mes de marzo. Y, previsiblemente en mayo, serán los de Andalucía.

Mañueco tampoco conseguirá la mayoría absoluta, según todas las previsiones, y se volverá a encontrar con el mismo problema que Azcón y Guardiola. Pero incluso Juan Manuel Moreno ha asumido que puede perder el control total que tiene ahora del Parlamento de Andalucía.

La semana pasada, Moreno planteó abiertamente que su partido debería exigir a Vox corresponsabilidad en los gobiernos autonómicos. Que asuman gestión para que la gente vea que sus recetas no funcionan y lograr así su “desgaste”.

Una notable evolución con sus propias posiciones previas, según constatan en Génova, que le acercan a un Feijóo que ayer pidió “actuar de forma responsable y proporcional a los resultados obtenidos en las urnas”.