Adjudicadas las obras de reparación del pantalán de recepción del Puerto de Caleta de Sebo, en La Graciosa

La empresa pública Puertos Canarios, dependiente de la Consejería de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias, ha adjudicado las obras para la reparación integral del pantalán de recepción del Puerto de Caleta de Sebo, en la isla de La Graciosa, al que indican “apenas se le da uso por su mal” estado de conservación.

Las obras, adjudicadas a Diseño Desarrollos e Instalaciones regulares S.L., cuentan con un presupuesto de 232.084 euros y un plazo de ejecución de cinco meses, según ha informado el Gobierno canario en nota de prensa. Actualmente, el pantalán de recepción de Caleta de Sebo y los pilotes que sujetan el mismo, instalados en los años 80 del siglo pasado, se encuentran “muy afectados”, lo que repercute en su funcionalidad y seguridad, por lo que está “casi inoperativo”.

Por ello, y para continuar prestando un servicio de calidad, tanto a los profesionales que realizan su actividad dentro de la zona portuaria como a los demás usuarios y visitantes, se considera “fundamental” acometer una reparación integral del pantalán para evitar mayores consecuencias desde el punto de vista de la integridad estructural y de seguridad de los usuarios.

El pantalán de recepción del puerto de La Graciosa está situado en el dique de abrigo, entrando al puerto, mirando a la derecha, siendo esta una instalación de cuatro metros de ancho por 120 metros de largo, aunque después del último temporal se perdió un módulo y ha quedado reducido a 108 metros. Es una estructura pesada fijada con 19 pilotes y dos vigas en cabeza proyectada para atracar buques de gran porte.

La exposición continuada al oleaje ha provocado que, con el paso de los años, el pantalán se haya debilitado hasta el punto de que algunos pilotes se han partido o están próximo a ello, por lo que la estructura de aluminio y los elastómeros (tacos de neopreno) que las unen han colapsado en distintos puntos de la plataforma.

Los trabajos consistirán en sustituir el pantalán actual por uno nuevo de 120 metros de largo y dos metros de ancho, más próximo a la escollera y más flexible, calculado para el atraque de embarcaciones más ligeras.

Asimismo, con el material recuperado del pantalán existente se ejecutará en el contradique un pantalán sin servicios de 36 metros donde atracar embarcaciones de paso. Para ejecutar todos estos trabajos se concede a la empresa adjudicataria un plazo de cinco meses a partir de la firma del contrato.

Los primeros módulos de pantalanes en la dársena deportiva se instalaron a finales de los años 80 del siglo pasado, y posteriormente, entre 1994 y 1996, se colocaron la mitad de los módulos actuales dedicados a las embarcaciones de recreo. En relación a la tipología del sistema de amarre, esta instalación está compuesta por pantalanes flotantes anclados al fondo mediante pilotes de acero hincados y dotados de 'fingers' de diferentes medidas en función de las plazas que acogen.

El puerto de Caleta del Sebo está considerado como puerto de Interés General de la Comunidad Autónoma de Canarias porque su actividad principal es la de conectar las islas de Lanzarote y La Graciosa, tanto en lo concerniente al transporte de pasajeros como al de mercancía.

Por ello, la Consejería ha indicado que planifica, además de esta intervención en el pantalán de recepción, una actuación “más completa” en su zona portuaria para renovarla, ampliarla e integrarla en el entramado urbano de la localidad al considerarse la “auténtica puerta de entrada para los visitantes de la isla”.

El puerto forma parte del Eje Transinsular de Transportes de Canarias, que integra los modos terrestres marítimos mediante nodos intermodales, con objeto de constituir un eje estructurante del crecimiento, la accesibilidad y el comercio de los mercados insulares aislados, en un único mercado accesible a productores y consumidores.

Añade que la isla de La Graciosa ha experimentado un “importante auge” turístico durante la última década y habitualmente es visitada por 350.000 personas al año (antes de la crisis sanitaria) y muchos de esos visitantes llegan a bordo de embarcaciones de recreo, por lo que se hacen “imprescindibles” este tipo de intervenciones portuarias.