'Canarias tiene un Límite', convocante del 18M, exige paralizar “obras ilegales” como garantía para reunirse con las instituciones

La plataforma Canarias tiene un Límite ha exigido este martes la paralización “inmediata” de “obras ilegales” en las islas -especialmente la urbanización turística de lujo Cuna del Alma y el hotel de La Tejita- como garantía para mantener reuniones con las administraciones públicas.

En un comunicado detalla que el pasado domingo las calles de Canarias “mostraron una vez más la fuerza de decenas de miles de voces que exigieron, con absoluta claridad, un cambio de modelo que priorice a la gente y al territorio frente a los intereses de unos pocos”.

Los colectivos señalan que este movimiento, “imparable y profundamente arraigado en la dignidad colectiva, ha marcado ya un antes y un después en la lucha por un futuro que respete a las islas y a su gente”.

Han indicado también que se demostró un “rechazo absoluto al modelo depredador” del archipiélago y también el “compromiso colectivo con la dignidad” que se intenta robar a los canarios “cada día”.

“Hoy volvemos a ganar, ganamos al ver a tanta gente unida, al alzar la voz, al hablar con rigor de soluciones a problemas que enfrentamos día a día y al dejar claro que no aceptaremos las migajas de un sistema que destruye nuestro entorno y precariza nuestras vidas”, destacan.

Por ello, han advertido a las instituciones de que “este cambio ocurrirá con ustedes o a pesar de ustedes, o asumen esta realidad o tendrán que enfrentarse a su propia irrelevancia política con un rechazo social cada vez más claro”.

En esa línea apuntan que el nuevo modelo económico del archipiélago debe “construirse con la gente, escuchando y respetando sus demandas y propuestas, no a sus espaldas como hasta ahora, todo lo demás son engaños, intentos de apaciguar esta lucha social”.

Los colectivos dejan claro que si no se paralizan los macroproyectos en marcha, “cualquier propuesta de reunión o diálogo será percibida como un intento desesperado de aparentar buena voluntad frente a la creciente presión social” ya que “no se puede negociar un cambio de modelo mientras se pisotean los derechos y el futuro de Canarias”.