De Canarias a Nepal en bici por el empoderamiento femenino

Yesenia Herrera, cicloviajera por el empoderamiento de la mujer.

Natalia G. Vargas

Las Palmas de Gran Canaria —

Autonomía, libertad y respeto a la naturaleza. La grancanaria Yesenia Herrera ha encontrado en la bicicleta el transporte perfecto para recorrer el mundo y enlazar el ecologismo y el empoderamiento de la mujer. “La bici es una metáfora del feminismo, eres tú con tus piernas y tu fuerza la que decide la dirección que quieres tomar”, explica. Hace dos años, con los ahorros que obtuvo de su trabajo como enfermera, emprendió un viaje con perspectiva de género que le ha permitido adentrarse en la cultura y en la forma de vida de Canarias, Portugal, Turquía, Irán, India y Nepal entre otros lugares. “Ser cicloviajera supone no viajar pensando en un destino concreto, de punto a punto, sino disfrutar del trayecto”.

Desde pequeña, Herrera ha sido usuaria de bicicleta. “Es un medio de transporte que no contamina, no gastas combustible, no genera emisiones, es totalmente sostenible”, explica. A clase y al trabajo iba pedaleando. Sin embargo, nunca pensó que su recorrido sobre dos ruedas pudiera acabar en el continente más extenso del mundo. Entre otras razones, por la ausencia de referentes femeninos y por el estigma patriarcal que impone que una mujer no puede moverse sin compañía masculina. “Siempre he tenido mis miedos, como todas, porque es lo que nos traslada la gente. Nos quieren quietas y calladas. He tenido que aprender a gestionarlos”, confiesa.

“Los principales problemas que he encontrado en mi itinerario han sido por ser mujer. Pero me pasa en Irán, en Gran Canaria, en Barcelona o en Madrid. El machismo está en todas partes”, insiste. Los miedos de una mujer viajera difieren de los que puedan tener los hombres viajeros. “Siempre que me encuentro a un compañero en la ruta, le pregunto sobre sus preocupaciones”. Según Herrera, el robo es el principal peligro que perciben ellos. “Es algo a lo que yo no temo, estoy más preocupada por la agresión física y sexual”, señala. “Me han preguntado por sexo en el camino, se han tocado los genitales mientras me miraban, me han intentado agredir, pero no es cosa de un lugar en concreto. Todas las sociedades son patriarcales”.

Frente a esta estructura mundial, Yesenia Herrera lleva siempre en su mochila la perspectiva de género. De esta forma, se adentra en la forma de vida de las mujeres de las diferentes zonas que visita para así conocerla y entenderla. “Ellas me hablan de su rutina y yo les cuento mi experiencia viajando en bici. Les explico que viajo sola, sin marido, y se sorprenden. Pero trato de no caer en el error de imponer una forma de actuar desde mi posición privilegiada. Solo conversar”, aclara.

Caravana de mujeres en Irán

Su paso por Irán le hizo ver que, pese a que su manera de moverse por el mundo rompía barreras y abría paso a otras, muchas otras no podrían seguirla aunque quisieran: “Hay veces que, si estás casada, necesitas el permiso de tu marido, y si no lo estás, será mal visto que viajes sola”. La grancanaria estuvo a punto de no emprender su visita a este país. Las reiteradas informaciones negativas que los medios trasladan sobre él la hicieron dudar. Pero decidió seguir su instinto y conocer de primera mano si la realidad mediatizada es real o no. En esta ocasión no lo hizo sola. Las redes sociales le permitieron localizar comunidades de cicloviajeras y organizar una caravana de seis mujeres para recorrer Irán. “Mi idea era que vinieran mujeres locales también. Casi lo logramos, pero fue muy difícil”, lamenta Herrera.

La hospitalidad es también un pilar que sostiene la forma de viajar de Yesenia. “En la mayoría de países que he visitado, la gente quiere que te quedes con ellos en casa, te ofrecen comida, te ayuda en lo que necesites”, recuerda. Por otra parte, las dificultades burocráticas generan un fuerte desgaste de tiempo y energías. Desplazarse por tierra implica mayores controles fronterizos y trámites administrativos. “Hay algunos países donde las fronteras están cerradas por conflictos políticos o bélicos, y en otros tienes que sacarte el visado. En Pakistán, después de varios días tramitándolo, me lo denegaron”, ejemplifica.

El regreso a España después de dos años y medio recorriendo el globo ha sido agridulce. Por una parte, el feminismo avanza sin frenos dibujando en la historia dos 8M consecutivos seguidos de manera masiva. Por otra, el machismo se revuelve y trata de frenar el empoderamiento. En el área medioambiental Herrera siente decepción. “La gente se queja porque quieren ampliar el carril bici en medio de una ciudad cada vez más congestionada. Incluso hay personas que todavía no reciclan”, rechaza.

Pero la lucha debe seguir. Por ello, en el marco del Festival solidario Bioagaete 2019, Herrera organiza una caravana de mujeres, que pasearán en bici juntas el 23 de agosto desde el Auditorio Alfredo Kraus de la capital grancanaria hasta la villa marinera de Agaete. El municipio grancanario ha sido escenario de otro intento de atentado medioambiental. “La idea del macromuelle es otro ejemplo de cómo muchos quieren llenarse los bolsillos pasando por alto la naturaleza”, sostiene la cicloviajera. 

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