Los celíacos canarios se unen en una federación autonómica para reclamar atención específica
Las dos asociaciones de celíacos provinciales existentes en Canarias se agruparán este año en una federación autonómica a fin de reforzar su demanda de atención específica para una enfermedad que calculan padecen en las islas 15.000 personas sin que más de 9.000 lo sepan siquiera.
La diversidad de manifestaciones externas de la enfermedad, que no se hace visible con síntomas específicos sino a través de patologías asociadas de variada índole, desde anemia o desnutrición a linfomas o dermatitis crónicas, dificulta, de hecho, que se llegue a un diagnóstico correcto, hasta el punto de que hay pacientes a los que se les descubre ya sexagenarios o quienes nunca saben de su mal.
Por eso, y porque quienes sí acaban por confirmar que son celíacos y, por tanto, que no toleran el gluten, producto contenido en la mayoría de los alimentos cotidianos cuya ingesta impide al enfermo absorber correctamente los nutrientes hasta provocarle otras patologías derivadas, se ven obligados a tomar comidas más caras, sus asociaciones piden más atención de la administración.
Atención que, según explicó hoy el presidente de la Asociación de Padres de Celíacos de Las Palmas, Carlos Castellano, se demanda tanto en forma de mejoras de los servicios del sistema sanitario público, donde se pide ampliar la información sobre la posibilidad de ser celíacos y el número de análisis que permiten descartar si se padece o no la enfermedad, como en forma de ayudas económicas.
Y es que -destacó- tampoco quienes han tenido la suerte de que se les diagnostique su mal tienen resueltos sus problemas, puesto que, si bien en el mercado existen ya productos alternativos a los tradicionales que les hacen daño, como panes o pastas fabricados sin gluten, su precio es entre seis y doce veces más alto que los que se ofertan al resto de la población.
En consecuencia, las asociaciones que les representan, unidas en toda España a través de una federación estatal, demandan desde hace casi tres décadas que la Administración conceda ayudas económicas directas a las personas afectadas para que puedan afrontar el sobrecoste de sus alimentos, ya que “seguir una dieta estricta sin gluten” es el único tratamiento viable para ellas.
Algo que, según aseguró Castellano, han entendido, salvo en España y Portugal, todos los gobiernos nacionales de la Unión Europea, que conceden ayudas monetarias a los celíacos.
Ayudas que relató van desde la concesión de una subvención directa mensual de 247 euros a cada enfermo, como sucede en Noruega, a distintas deducciones fiscales de las que son beneficiarios en Alemania.
Tanto su asociación como la equivalente que existe en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, que en la actualidad ofrecen toda la ayuda posible a los enfermos sólo con el apoyo económico de sus afiliados, tienen entre sus principales objetivos, por tanto, exigir que su situación se equipare lo más posible al resto de los países europeos.
Con ese fin aspiran, además, a que se detecte el mayor número posible de enfermos no diagnosticados y a que todos aquellos que conocen su mal se unan a sus organizaciones, de forma que la presión social de sus demandas se multiplique.
Meta que tratan de alcanzar con actividades a las que invitan a todos los posibles afectados, como una asamblea que celebrarán mañana en el Hospital Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria y en la que, además de renovar su junta directiva, la asociación de Las Palmas ha programado una charla informativa sobre la enfermedad y los avances en su diagnóstico a cargo de un especialista.