Canarias estabiliza la epidemia: los casos caen en ambas provincias
Las dos provincias de Canarias, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, están remitiendo la incidencia (IA) del virus. Los datos de la última semana confirman la evolución a la baja de la COVID-19 en el Archipiélago, que sigue situándose como la comunidad con menor transmisión de toda España. Las Islas sufrieron un repunte de los contagios, como todo el país, a principio de año. Pero los niveles de alerta decretados por el Gobierno autonómico, así como ocurrió en Tenerife, han terminado por doblegar la curva de casos. Lanzarote y El Hierro, que sufrieron picos de detección muy altos, están conteniendo la enfermedad. Solo La Palma y La Gomera sufren un pequeño aumento de los diagnósticos, aunque de forma muy tímida.
El análisis de datos elaborado por elDiario.es ofrece un panorama optimista en las dos provincias canarias. En Las Palmas, aunque la incidencia actual es alta, los contagios han caído un 25% en los últimos 14 días, lo que confirma un descenso considerable de la curva y, si todo sigue igual, una caída al nivel de riesgo medio. En los centros sanitarios ha habido 206 nuevos hospitalizados y 33 nuevos ingresos en UCI por COVID-19 en las últimas dos semanas. Estas cifras son menores que las anteriores registradas, por lo que la presión asistencial también está cayendo. Y eso es una muy buena noticia, ya que los hospitales son los últimos en sentir la evolución de la epidemia.
Con respecto a Santa Cruz de Tenerife, los diagnósticos se han estabilizado. La provincia occidental del Archipiélago ha entrado en una especie de meseta que ha permitido, entre otras cosas, que Tenerife caiga al nivel 1 de alerta, el más bajo de Canarias. Al igual que en Las Palmas, también han bajado las hospitalizaciones (-20%) y los ingresos en UCI (-45%).
Aunque la situación general en las dos provincias canarias es favorable, es importante recordar que el Gobierno regional no decreta las medidas función de esto, sino de forma insular. El presidente regional, Ángel Víctor Torres, ha dicho que “el milagro canario” contra la COVID-19 se debe precisamente a esto: concretar las restricciones en cada isla para que el resto de la comunidad no se vea perjudicado.
Con respecto al resto del país, la IA sigue siendo muy alta e incluso extrema en prácticamente todo el territorio. Solo cuatro provincias están por debajo de los 250 casos por 100.000 habitantes en 14 días, el umbral que el semáforo del Ministerio de Sanidad pactado con las comunidades autónomas considera como riesgo muy alto. Son Baleares (244), Huesca (231), Las Palmas (2016) y Santa Cruz de Tenerife (63). En el otro lado de la moneda hay 27 provincias que aún registran más de 500 casos por 100.000 habitantes en dos semanas. De ellas destacan Palencia y Teruel, que superan los 1.000 casos; es decir, se contagia el 1% de la población cada dos semanas.
Con todo, la mayoría de las provincias ha comenzado a reportar una bajada de contagios que muestra cómo muchas áreas han superado ya el pico de esta tercera ola. Sin embargo, la curva de muertes, sobre la que pesa un retraso en las notificaciones por parte de las comunidades (es decir, aún no estamos viendo la foto completa de la mortalidad), aún no ha tocado techo.
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