Ganar peso en poco tiempo favorece la aparición del reflujo gastroesofágico
MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Un estudio del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid revela que las personas que cogen peso en un corto espacio de tiempo tienen más riesgo de sufrir reflujo gastroesofágico, una enfermedad que produce síntomas como ardor o regurgitación ácida.
Así lo asegura el autor de esta investigación y presidente de la Real Academia Nacional de Medicina (RANM), Manuel Díaz-Rubio, quien destaca que “ganar peso a lo largo de los años no se asocia con la sintomatología del reflujo con la claridad que sí se aprecia cuando se cogen kilos en muy poco tiempo”.
En los últimos años, el reflujo ha aumentado su incidencia en España y, de hecho, afecta a aproximadamente el 35 por ciento entre de las personas de entre 40 y 49 años. Además, aunque la frecuencia baja al 25 por ciento en personas de entre 70 y 79 años, la presencia de síntomas graves alcanza el 17 por ciento, mientras que entre los de 40-49 años no supera el 7 por ciento.
Esta mayor incidencia también ha coincidido con un incremento de la obesidad en España, aunque realmente “hasta hace muy pocos años no ha comenzado a estudiarse esta asociación”, explica el profesor Díaz-Rubio.
Según el presidente de la RANM, “cuando se han analizado los resultados de distintos estudios se ha confirmado la estrecha relación entre los síntomas de reflujo y el exceso de peso”, ya que el reflujo sintomático se asocia sobre todo con la obesidad abdominal.
No obstante, “llama la atención que no en todos los casos la enfermedad por reflujo gastroesofágico o esofagitis confluye la obesidad”, comenta este experto.
Del mismo modo, el profesor Díaz-Rubio y su equipo han tratado de comprobar si la pérdida de peso se acompaña de una mejoría de los síntomas de reflujo gastroesofágico.
De este modo, después de hacer un seguimiento a un grupo de pacientes con reflujo durante seis meses, observaron que al cabo de ese tiempo aquellos que habían dejado de padecer este problema habían perdido 2,5 kilos, mientras que los demás se mantenían igual o habían ganado peso.
“Se han hecho otros trabajos y son necesarios más”, apunta este experto, reconociendo no obstante que “parece claro que quitarse kilos mejora algunos casos y que es difícil aislar el efecto de la dieta de la pérdida de peso por sí misma”.
El profesor Díaz-Rubio debatirá sobre estas y otras investigaciones sobre la enfermedad por reflujo gastroesofágico en la obesidad, en una sesión científica sobre este tema que organiza la RANM esta tarde en su sede de Madrid.