El IAC detecta un 'nido de estrellas'
Un equipo de 64 astrónomos de 32 centros, entre ellos el Instituto de Astrofísica de Canarias, ha detectado la galaxia con formación estelar explosiva más distante conocida, que arrancó su producción cuando el universo era muy joven y que genera unas 3.000 estrellas al año, mientras que la Vía Láctea crea una en el mismo período.
El hallazgo supone todo un desafío para las teorías que explican la formación y evolución de galaxias, que estiman que una galaxia de estas características no puede existir tan pronto, según indica el IAC en un comunicado.
Lo significativo de esta nueva gigantesca factoría estelar es que se trata de la galaxia con formación estelar explosiva más distante conocida, que comenzó la producción masiva de estrellas cuando el universo era muy joven, con apenas un 6,5 por ciento de su edad actual.
El hallazgo supone todo un desafío para las teorías que explican la formación y evolución de galaxias, que estiman que un objeto de estas características no puede existir tan pronto.
La investigación, que se ha apoyado en observaciones del Gran Telescopio Canarias (GTC) aparece publicada en el último número de la revista “Nature”.
A través de las observaciones obtenidas por la cámara SPIRE del observatorio Herschel de la Agencia Espacial Europea, y dentro del proyecto Herschel Multi-tiered Extragalactic Survey (HerMES, en su acrónimo inglés), los investigadores detectaron una mancha roja que despertó su curiosidad.
Su extraña naturaleza quedó refrendada mediante observaciones posteriores con algunos de los mayores telescopios del mundo, incluidos el GTC y el Telescopio William Herschel, ambos ubicados en el Observatorio del Roque de los Muchachos del IAC en la isla canaria de La Palma.
Esta es la conclusión a la que llegaron los investigadores: la galaxia HFLS3 es una enorme fábrica en las que se transforma el polvo y el gas cósmico en nuevas estrellas.
Otro dato que arroja el estudio es que se trata de la galaxia con formación estelar explosiva más distante conocida pues “la luz que observamos ahora ha viajado por el universo unos 13.000 millones de años. La vemos como era en el universo muy joven, casi recién formado, 880 millones de años después del Big Bang”, explica el investigador del IAC y coautor del estudio, Ismael Pérez Fournon.
Aunque tiene una masa similar a la de la Vía Láctea, su capacidad de producción estelar en un año es 3.000 veces superior. Con este ritmo, los investigadores concluyen que se convertirá rápidamente en una galaxia de masa similar a las galaxias más masivas conocidas en el universo actual.
Según las teorías actuales de formación y evolución de galaxias, una galaxia tan masiva no debería existir en una etapa tan temprana del universo pues la gran mayoría de las galaxias conocidas en esa época cósmica son mucho más pequeñas, menos pesadas -con masas de varios miles de millones la del Sol- y forman sus primeras estrellas con ritmos varias veces el de la Vía Láctea en nuestros días, pero nunca al nivel de HFLS3.