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La presión asistencial en el Hospital Negrín de Gran Canaria obliga a pedir médicos de refuerzo en Urgencias y zonas COVID

Ambulancia de transporte sanitario no urgente en las proximidades del Hospital Doctor Negrín

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

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La presión asistencial por los casos de coronavirus sigue creciendo en el Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria, el complejo más tensionado del Archipiélago durante esta segunda oleada de la pandemia. La curva de ingresos continúa dibujando un constante y pronunciado ascenso. Los últimos datos publicados por la Consejería de Sanidad cifran en 64 los pacientes con COVID-19 en el centro, 53 en planta y 11 en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Concentra, por lo tanto, el 40% del total de hospitalizaciones por la enfermedad en el Archipiélago (157, cantidad en la que se incluyen tanto los confirmados como los sospechosos pendientes de confirmación) y cerca de la mitad de los pacientes críticos (23). El complejo de referencia para los ciudadanos de la zona norte de la isla redonda ha multiplicado casi por seis los ingresos en apenas diez días. El 15 de agosto sumaba once, ninguno en UCI. Con estos números y la tendencia alcista, el Doctor Negrín se acerca ya a sus peores números de la pandemia, registrados a finales del mes de marzo, cuando se llegaron a acumular 71 pacientes con la enfermedad en sus instalaciones.

El lunes por la mañana se llenaba el primer módulo que la dirección del centro había habilitado para los pacientes más graves, con capacidad para diez camas, y se empezaba a utilizar el segundo, preparado desde finales de la semana pasada. En planta, se han reservado para pacientes COVID las alas 4B derecha y 4B izquierda, con capacidad para unas 70 camas, y se ha preparado también la 6B derecha debido a la previsión de nuevas hospitalizaciones esta semana. En esta ocasión, y a diferencia de lo que ocurrió a finales de marzo y principios de abril, fechas en las que el complejo registró su pico de hospitalizaciones por coronavirus, la actividad asistencial por otras patologías no se ha visto mermada, sino que, al contrario, se ha mantenido el incremento experimentado durante la desescalada tras el parón del confinamiento.

Ante esta situación, la directora médica del Hospital Negrín, Josefa Afonso, envió este martes un escrito a los máximos responsables de las unidades médicas y quirúrgicas del complejo en el que solicitaba que cada servicio designara a dos médicos especialistas o a un especialista y un residente de último año para reforzar las áreas de atención COVID. Estos profesionales dejarán de ejercer sus funciones habituales para dedicarse en exclusiva a la atención de personas con coronavirus, incluidas guardias, durante un periodo de al menos tres meses. La dirección ha fijado dos requisitos: los facultativos deben tener menos de 45 años y ausencia de contraindicaciones para trabajar en esta área. El escrito difundido este martes apremiaba a los responsables de los distintos servicios a aportar un listado de nombres en menos de 24 horas, con los periodos vacacionales pendientes para cada uno de ellos, con el objetivo de facilitar la organización de unas jornadas de formación complementaria para los facultativos.

También este martes comenzaron a trascender mensajes de preocupación entre los trabajadores del centro.   En uno de ellos, el jefe de Urgencias del hospital, Benjamín Hurtado, reconoce la “difícil situación” que atraviesa su servicio por el incremento exponencial de casos y reclama la ayuda de médicos de otras especialidades para que se presten a reforzar Urgencias en determinados momentos con el fin de evitar un colapso. Hurtado expresa su temor a que alguno de sus compañeros (“de momento, todos sanos”) se contagie o tenga que permanecer aislado, en cuarentena, por haber estado en contacto con un caso diagnosticado, puesto que en la actualidad “no hay posibilidad de sustituirlo”. La Consejería de Sanidad admite que se está encontrando con dificultades para conseguir profesionales de Medicina y Enfermería en el mercado.

En el escrito que ha circulado por las aplicaciones de mensajería instantánea, el jefe de Urgencias del Negrín se muestra convencido de que se puede alcanzar un acuerdo con la dirección del centro y con los responsables de los distintos servicios para derivar esfuerzos hacia la principal puerta de entrada del coronavirus en los hospitales. Por ello, pide a los voluntarios que especifiquen qué días, en qué turnos y en qué puestos podrían ofrecer su apoyo (tanto dentro de la zona COVID como fuera de ella y siempre con la supervisión de un urgenciólogo al que poder consultar las dudas y rutinas de trabajo). Además, les ha recordado que todos los días a las 09.30 se imparten en el área cursos sobre el uso de los Equipos de Protección Individual (EPI).  

Urgencias del Negrín también ha pedido la colaboración de los ciudadanos. Por un lado, insta a la población a respetar las medidas de protección (uso de mascarilla, distancia física y lavado frecuente de manos) para reducir el riesgo de contagio y, por otro, pide que se evite acudir al servicio si no es estrictamente necesario para evitar saturarlo aún más.

Reorganización de la actividad

La gerencia del centro difundió este martes a todas las direcciones y las jefaturas del servicio las medidas que se aplicarán en cumplimiento de la instrucción dictada a finales de la semana pasada por el director del Servicio Canario de Salud (SCS), Alberto Pazos, y por el director de Programas Asistenciales, Octavio Luis Jiménez.  La programación de intervenciones quirúrgicas queda a expensas de la ocupación de camas en las unidades de Medicina Intensiva y Reanimación. Las operaciones se limitarán a aquellos procedimientos de prioridad alta y media, siempre según la disponibilidad de quirófanos, así como a la cirugía mayor y menor ambulatoria.

Además, se primarán las consultas telefónicas o telemáticas y se restringirán los accesos al complejo. Las visitas se limitan a un acompañante y una hora (de 17.00 a 18.00 horas) y solo para los familiares de aquellos pacientes que estén en una situación crítica, sobre todo “en el final de su vida”. En las unidades de Medicina Intensiva y Reanimación, se realizarán después de la información médica (de 12.00 a 13.00 horas) con las mismas condiciones. De esta manera, se suspenden las visitas de tarde, al igual que las de reanimación postanestésica, ya que estos pacientes podrán ser acompañados por un familiar en planta “cuando reciban el alta”.

Los facultativos del Negrín facilitarán información a los familiares de pacientes que se hayan sometido a una intervención quirúrgica solo de forma telefónica, al igual que a aquellos que permanezcan ingresados en planta, salvo “casos excepcionales” por su “especial sensibilidad”.

Las personas que acudan a consultas externas o a exploraciones especiales deberán hacerlo sin acompañante, excepto aquellos que por edad o situación clínica lo requieran.  

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