Reabiertas al baño las playas de El Médano al bajar los niveles de E.coli en el agua

El Ayuntamiento de Granadilla de Abona ha procedido este sábado a la reapertura de las playas central, Leocadio Machado y Playa Chica una vez que los resultados del contraanálisis realizado confirman la calidad del agua al situarse los índices de la bacteria E.coli por debajo de los valores permitidos.

En un comunicado, el consistorio municipal recuerda que solo la playa central superó los niveles permitidos para el baño, pero por precaución se amplió el perímetro de seguridad desde Playa Chica a Leocadio Machado, prohibiéndose temporalmente su baño e izándose la bandera roja.

Una medida que, esgrime, se tomó para garantizar la seguridad de los bañistas, a la espera de los resultados de las muestras tomadas ayer viernes, y que en el día de hoy han confirmado la buena calidad del agua.

Por parte de la administración local se solicitó ayer viernes a la empresa Entemanser, adjudicataria del servicio de mantenimiento de la red de saneamiento, un estudio del estado real de la red en la zona de la playa central.

Eso, aparte de pedir una reunión urgente con el Consejo Insular de Aguas de Tenerife a efectos de conocer el estado de las obras de la depuradora de Granadilla, sistema que depurará integralmente las aguas residuales de San Isidro y de toda la costa del municipio.

Los vecinos, hartos

Este año, los balcones del pueblo se vistieron con carteles en señal de protesta. La principal reivindicación de los residentes es que se ponga fin a los vertidos de aguas contaminadas al mar. “Bienvenidos a El Miérdano”, “No más caca al mar”, “Por una depuradora eficiente” o “¡Peligro! El pueblo enferma por nadar en caca” son algunas de las frases que pueden leerse en las fachadas de las casas. 

Es habitual que las playas de la isla se cierren por la presencia de la bacteria E.coli en el océano. Este microbio se encuentra en el estómago de los humanos y llega al océano a través de los emisarios de aguas residuales. Estas grandes tuberías conducen el agua supuestamente depurada desde las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales hasta el fondo del mar. Sin embargo, las corrientes arrastran estos flujos hasta la superficie y hacia la costa.