Sobre este blog

Espacio de opinión de Tenerife Ahora

La virtud de un político

Carlos Alonso, presidente del Cabildo de Tenerife.

Carlos Alonso

0

El político por excelencia que ha dado este país, Adolfo Suárez, nos ha dejado precisamente en un momento en el que la figura de los políticos está continuamente en entredicho. Su mayor virtud fue quizás abogar por el consenso cuando los españoles más lo demandábamos, tras demasiados años de dictadura. Con mucha mano izquierda se ganó a la izquierda, pero también a los más radicales herederos del franquismo, aparcando los idearios políticos en favor de otros más democráticos en una España en la que cabíamos todos como así ha quedado demostrado.

La figura de Suárez es un ejemplo que demuestra claramente cómo la política puede ayudar a avanzar a la sociedad, a cambiar las cosas, a trabajar para que las cosas sucedan y que las transiciones sirvan siempre para mejorar y no para empeorar. Su trayectoria vital demuestra que se pueden alcanzar las metas y superar los obstáculos a través del diálogo. Sólo hay que ser valientes, tener las ideas claras y cumplir con lo que la gente espera de la clase política.

Su vida política estuvo marcada por una intención clara centrada en lograr siempre la salida pacífica a los conflictos y ésta fue sin duda la máxima que le llevó a abandonar la presidencia en cuanto sintió que la fallaban los apoyos. En ese momento no dudó un segundo en echarse a un lado y dejar a la historia que siguiera marcando el camino de la democracia que él mismo inició en este país.

La isla de Tenerife llora también la pérdida del primer presidente que visitó las siete islas, preocupado por acabar con el centralismo heredado y respetando el estado de las autonomías, consciente de las necesidades que teníamos en aquel momento y permitiendo reactivar nuestra economía a través de Planes Extraordinarios para Canarias. Pero si hay un municipio que siente hoy en especial esta pérdida es Garachico, donde a finales de los 70 un alcalde muy joven, llamado Lorenzo Dorta se ganó la confianza del entonces presidente Suárez y lo trajo a esta localidad del norte para conocer in situ la problemática que vivían los ciudadanos de esta parte de la Isla. Años más tarde y a propuesta del consejero Lorenzo Dorta, el Cabildo le concedió la Medalla de Oro de Tenerife, tras un acuerdo adoptado por unanimidad de todos los grupos políticos.

Suárez permanecerá en la memoria de este País y en la de todos los que consideramos que la democracia es el mejor de los sistemas y el único válido para hacer que finamente las cosas sucedan.

Sobre este blog

Espacio de opinión de Tenerife Ahora

Etiquetas
stats