Los dos restaurantes de El Bollullo defienden el aparcamiento privado como la única forma de garantizar “un acceso seguro” a la playa
Los socios del restaurante Bollullo Beach y Chiringuito Bollullo han lanzado un amplio comunicado en sus redes por el cierre de sus aparcamientos el pasado jueves en el que, entre otras cosas, hacen un llamamiento a los vecinos y vecinas de La Orotava, a las familias y demás usuarios de la célebre playa de El Rincón, una de las más espectaculares de Canarias, a informarse en el ayuntamiento de los motivos del cierre de los aparcamientos privados, lo que deja casi sin plazas este enclave del Norte de Tenerife en la cala con accesos con coche más cercanos.
El propietario de estos negocios y sus asociados insisten en su “preocupación y desacuerdo con una medida que perjudica directamente a los vecinos, familias y visitantes que consideran El Bollulo como algo propio del pueblo”. Asimismo, recalcan que defienden lo que conciben como un servicio “esencial para garantizar un acceso seguro, digno y viable a la playa y animamos a los ciudadanos a informarse directamente en el Ayuntamiento de La Orotava”.
Como ya hicieran el pasado martes en Canarias Ahora, y a diferencia de los ecologistas de la Coordinadora El Rincón, denunciantes de lo de los aparcamientos y algunas obras en estos negocios desde 2017, remarcan que los estacionamientos “son compatibles” con la Ley de 1992 y el Plan Especial de 1997 (PER) y, de hecho, sostienen que esos textos demuestran que se encuentran “formalmente planificados, documentados y ordenados como parte de la estructura de acceso público, respaldados por normativa urbanística estatal y autonómica”.
De hecho, señalan que la existencia de estos aparcamientos “no es una costumbre accidental ni una concesión casual. Están claramente recogidos en el PER, (…) en el que se identifican dos zonas: una de 77 plazas y otra de 38, aparte de proponerse habilitar 123 adicionales, consolidando su función como infraestructura prevista, ordenada y vinculada al uso público del litoral”. Además, subrayan que el PER “se redacta conforme a la normativa vigente”, entre la que aluden a la Ley del Suelo, el Texto Refundido sobre Régimen del Suelo y Ordenación Urbana, así como la propia ley de 1992 que regula este paraje agrícola de dos millones de metros cuadrados con la primera norma de iniciativa popular de España, referente luego en otras luchas ecológicas y sociales del país.
“Restricciones desde hace ocho años”
También recuerdan que, “durante más de 40 años, este aparcamiento ha sido utilizado sin impedimentos, facilitando el acceso a la playa a vecinos, familias, mayores y visitantes”. Sin embargo, lamentan que, “desde hace 8 años, coincidiendo con el cambio de propiedad, el consistorio ha aplicado restricciones hasta llegar al cierre total, por lo que nos preguntamos por qué se permitió su uso durante decenios y, ahora, de repente, se prohíbe por completo”.
En este sentido, alertan de que, a partir de ahora, “la única alternativa para estacionar es hacerlo antes del comienzo del camino de El Bollullo, pero es una solución inviable y peligrosa. Se trata de una vía de doble sentido, sin espacios habilitados, donde los vehículos deben estacionar sobre desniveles y sin señalización ni plazas delimitadas, lo que ocasiona que muchos coches estacionen de forma inadecuada, generando colapsos y riesgo real de accidentes”.
Además, resaltan las dificultades para los peatones, “que se ven obligados a caminar” un kilómetro y medio sin acera, sin asfalto, con baches, desniveles, coches subiendo y bajando constantemente y doble sentido de circulación, con zonas de muy poca visibilidad en curvas cerradas, lo que supone un grave peligro, especialmente para mayores, familias con niños o personas con movilidad reducida“.
Por eso, consideran que la medida “perjudica directamente al pueblo de La Orotava, limitando el acceso seguro a una playa que siempre ha formado parte de su identidad y patrimonio natural”.
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