Santa Cruz retoma la actividad de los recursos sociales para niños y niñas
El Instituto Municipal de Atención Social (IMAS) del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha dado continuidad al trabajo presencial en los Servicios de Día para menores de edad del municipio tras el período de clausura por la crisis social y sanitaria a causa de la propagación de la COVID-19.
Los servicios, ubicados en Anaga, Ofra y Barranco Grande, tienen capacidad para unos 105 niños de entre 4 y 14 años --que son seleccionados por los Servicios Sociales municipales-- y atienden a menores durante algún período del día, fuera del horario escolar, asegurándoles la educación, alimentación y la debida atención, cuando por circunstancias personales, familiares o de su entorno social no pueden ser atendidos adecuadamente en su núcleo familiar. Son lugares de intervención primaria compatibles con la permanencia del menor en la familia.
Marta Arocha, concejala del área de Atención Social y presidenta del IMAS, ha trasladado que “es muy importante para las familias que se haya mantenido la actividad de estos Servicios de Día durante los meses de la alarma y se sume ahora la actividad presencial”.
Hay niños, niñas, adolescentes y familiares usuarios en este tipo de servicio que presentan indicadores de vulnerabilidad social y requieren alguna intervención preventiva. Además, otros menores usuarios conviven en unidades familiares que, debido a las características del entorno o a sus propias dificultades personales, puede provocarse algún daño en su desarrollo y se requiere una intervención.
En este tipo de espacios, además de una función educativa, se prestan servicios de transporte, de alimentación, de formación a familias para dotarlas de estrategias personales y conocimientos actualizados que les permitan responder a las nuevas necesidades educativas que presenten sus hijos e hijas, así como actividades socioeducativas, formativas, culturales y lúdico-recreativas. Dichas actividades deben partir de las propuestas de los niños y las niñas de estos servicios de día, desarrollando el potencial creativo de los mismos.
La concejala añadió que “estos servicios hacen una gran labor ayudando a familias vulnerables, realizando una labor preventiva, de atención y de orientación, además de ser una herramienta clave en el apoyo a dichas familias en las funciones educativas de sus hijos e hijas”.
Para el desarrollo de un servicio eficiente de las tres infraestructuras municipales se cuenta con profesionales de la educación, de la psicología, de música, de logopedia, de educación infantil y de la limpieza para que se lleve a cabo el correcto mantenimiento de las instalaciones.
Modelo colaborativo
Los servicios de Día de Ofra y de Barranco Grande tienen capacidad para 60 niños al día, --30 en cada centro, pudiendo haber hasta 40 plazas--, donde en cada uno de ellos se realizan las actividades de una forma progresiva, en tres grupos de 10 menores de edad y adaptándose al espacio de las instalaciones, respetando siempre las medidas de seguridad exigidas.
La alimentación en estos dos servicios para menores se basan en un servicio de desayuno y otro de almuerzo, si bien este último se entrega de forma individual para consumirlo en el domicilio.
En el Servicio de Día de Anaga se da cobertura a unos 15 niños cada día --pudiendo haber hasta 25 plazas--, donde realizan sus actividades en las dos plantas que dispone el centro y respetando en todo momento las condiciones de higiene y seguridad regladas por el Consistorio de Santa Cruz de Tenerife.
Asimismo, los niños permanecerán divididos en espacios diferentes, con un educador fijo y separados en grupos donde cada usuario tendrá sus materiales de trabajo individualizados. Además, cada conjunto tendrá un aseo diferenciado para prevenir aglomeraciones y contagios entre los menores.
Los menús se adaptan de forma individual para el desayuno y merienda en la propia aula, así como el almuerzo se entrega para que el menor de 14 años lo consuma en el domicilio.
La frecuencia en la asistencia a este tipo de servicios para menores de edad podrá ser desde un día semanal hasta los cinco días, en función del caso y de la evolución de la niña o el niño usuario. Además tienen carácter temporal, ya que a medida que se van consiguiendo los objetivos planteados, disminuye la intensidad de la intervención.
El modelo de trabajo colaborativo lleva a que cada equipo municipal de atención a la infancia y familia del IMAS valore, en primer lugar, las propuestas de los niños y las niñas para luego elaborar junto a la familia el Proyecto Educativo Individual (PEI), que debe estar firmado tanto por los/las técnicos/as del equipo municipal, así como por la familia del menor de edad y el niño o niña –en caso de ser mayor de 12 años- que forme parte del proyecto.
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