Condenado a 18 años y medio de cárcel el hombre que asesinó a su expareja en Santa Úrsula, Tenerife
La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a 18 años y seis meses de prisión a José Miguel Q.T., quien fue hallado culpable por el jurado de asesinar a su expareja en la localidad de Santa Úrsula el 16 de julio de 2020 y luego escondió el cadáver en una fosa séptica.
La sentencia condena al acusado a seis meses de prisión por quebrantamiento de condena y a 18 años de cárcel por asesinato, con el agravante de parentesco y la atenuante de confesión, así como a indemnizar con 250.000 euros a la hija de la víctima, además del pago de las costas judiciales.
También se le impone una pena de libertad vigilada durante los diez años siguientes a los que cumpla la pena de prisión, sin poder comunicarse ni aproximarse a la hija de su víctima, que en el momento del crimen contaba con 18 años.
Es la misma pena que habían pedido el fiscal, la acusación ejercida por la hija de la víctima, la acusación popular del Instituto Canario de Igualdad y la defensa del acusado.
El encausado está en prisión desde el 20 de julio de 2020 y se le ha prorrogado la prisión por otros dos años en un auto del 7 de julio.
En la primera sesión del juicio, el procesado había admitido que mató a su excompañera practicándole una llave “mataleón” y que luego llamó a varios familiares y amigos para deshacerse del cuerpo.
Les mostró el cadáver y ninguno lo ayudó, salvo uno al que convenció ofreciéndole cocaína y dinero para que contribuyera a limpiar la escena del crimen.
José Miguel Q.T. detalló que la víctima había ido a verlo a su casa de noche, para evitar la vigilancia de la Guardia Civil pues tenía en vigor una orden de alejamiento tras ser condenado por agredirla.
Ambos estuvieron consumiendo “cocaína, trankimazines y mucha cerveza”, y en un momento dado discutieron y él, que hace “más o menos” artes marciales, le hizo una maniobra de inmovilización por la espalda, presionándole el cuello, sabedor de que ella no podía defenderse y de que la podía asfixiar, como así sucedió.
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