Además de los pactos postelectorales, la semana que ahora comienza será la de la limpieza y retirada de tanta publicidad, posiblemente la de mayor abundancia de la historia reciente. Ha habido de todo, hasta pegatinas en el suelo de la calle de Triana pidiendo el voto en blanco “por solidaridad”. Por solidaridad con los operarios municipales, suponemos. No le arrendamos la ganancia a ayuntamientos como los de Las Palmas, Telde, San Bartolomé... Pero frente a ellos, el de Teror ha dado una muestra de interesante racionalidad prohibiendo la instalación de carteles y otros motivos electorales en el casco de la Villa. Ningún partido ha protestado, que sepamos, lo que nos lleva a invitar al resto a imitar la hazaña. Seguro que todos salimos ganando, empezando por las arcas de muchos empresarios.