No debe constituir sorpresa alguna que a escasas 48 horas de conocerse el auto que rechazaba las medidas cautelares solicitadas por los suspendidos del PSC tinerfeño éstos anuncien su agrupación electoral. La venían trabajando con mucho denuedo desde hace más de un mes, desde que iniciaron conversaciones multibanda con todo el espectro izquierdista y nacionalista con ciertas inquietudes en la isla. Por delante de Viciana y Corrales han pasado las caras de dirigentes de Izquierda Unida, del PC Punto, de Unidad Ciudadana, de Los Verdes y, por supuesto, de Nueva Canarias, la formación que con casi total seguridad acabará acogiendo a los damnificados por las nuevas gestoras. Casi podría decirse que, excepto Alternativa Sí Se Puede, los socialistas escindidos han hablado con todas las formaciones extraparlamentarias con vocación de cambiar esa condición conformando ese frente amplio que, como ocurre siempre con este tipo de iniciativas de izquierdas, acabará roto en mil pedazos. Les invitamos a que hagan un somero recorrido por las personas y los personalismos que intentan congregarse alrededor de ese frente para que se vayan haciendo una idea del tamaño del ego. Y eso que no va a estar Eligio.