Pero la pregunta más repetida a lo largo de este martes en los ambientes políticos y periodísticos de la municipalidad de LPGC era ¿con qué empresario se reunirá Cardona para abordar la solución a la piscina pública (o menos pública) de la Cicer? Porque en su intervención en el Club La Provincia, el alcalde adelantó que este mismo miércoles iba a tratar de desbloquear la situación estudiando con un empresario, cuyo nombre no desveló, la posibilidad de que hiciera la obra y luego explotara la piscina. El PSOE, por primera vez en siglos, tardó pocas horas en reaccionar, y a través de un comunicado le recordó que existe una ley de contratación pública que obliga a sacar a concurso este tipo de ocurrencias. Cardona lo sabe porque no ha dejado de proclamar cada día que va a dirigir un mandato marcado, además de por la austeridad y los buenos modales, por la transparencia. Pero nadie confirmó este martes con quién se reunió para tratar lo de la piscina.